Enfrentan demócratas divisiones en el Congreso

Estados Unidos— El Congreso regresará a Washington esta semana con una serie de problemas por abordar, pero sin caminos legislativos claros para resolver ninguno de ellos, publicó CNN.

En cuanto a la inmigración, las dos partes están muy en desacuerdo sobre qué hacer con la creciente crisis en la frontera sur. Sobre tiroteos masivos, hay discusiones sobre un posible enfoque bipartidista para expandir las verificaciones de antecedentes y otras leyes sobre armas, pero sigue siendo dudoso que se pueda llegar a un acuerdo y que pueda ser aprobado por el Congreso.

Se espera que el avance de una pieza central de la agenda del presidente Joe Biden, el plan de infraestructura e impuestos de más de 2 billones de dólares, lleve meses, ya que los demócratas siguen divididos sobre los detalles de la política y el procedimiento parlamentario preciso que se debe emplear para aprobarla.

Quizás la mejor oportunidad de los demócratas de hacer una ley es un proyecto de ley destinado a combatir el aumento de los crímenes de odio contra los estadounidenses de origen asiático, pero incluso ese proyecto enfrenta la resistencia de algunos republicanos del Senado que están tratando de bloquear la medida antes de una votación de procedimiento clave que se espera el próximo miércoles.

Y la Cámara avanzará este mes en un proyecto de ley para convertir al Distrito de Columbia en el estado número 51, pero ese plan carece de los 60 votos para superar un obstruccionismo del Senado. Y los demócratas no tienen los votos para cambiar las reglas obstruccionistas, por lo que una mayoría simple de senadores podría promover la legislación, en lugar de 60, una fuente de gran tensión en las filas.

En ese contexto, los demócratas del Senado carecen incluso de 50 votos para aprobar una prioridad máxima para la base del partido: un proyecto de ley de reforma electoral importante, dada la oposición de uno de sus miembros, Joe Manchin de West Virginia, y la dura resistencia del Partido Republicano.

Todo lo cual apunta a esta sombría realidad para los demócratas: a pesar de mantener el control de todo Washington y de impulsar la masiva medida de alivio sobre el Covid de 1,9 billones de dólares a principios de este año, la próxima fase de la agenda de Biden está resultando ser una tarea difícil. Y los demócratas progresistas dicen que, si los líderes de la Cámara y el Senado no cumplen con la base de su partido, habrá una reacción violenta de la izquierda.