El Departamento de Justicia se separa de Trump

Washington— Durante casi dos meses, el Departamento de Justicia ha revertido silenciosamente varias políticas de la era Trump y ha cambiado de posición en los casos civiles, medidas que los funcionarios ven como retornos relativamente no controvertidos a formas anteriores de hacer negocios, publicó The Washington Post.

Ahora, con el juez de la corte federal de apelaciones, Merrick Garland, listo para asumir el cargo de fiscal general, comienza el trabajo más espinoso.

Garland, quien se espera que sea confirmado por el Senado esta semana, heredará un Departamento de Justicia dañado por los esfuerzos del presidente Donald Trump de usar su poder para beneficiar a sus amigos y lastimar a sus enemigos. Heredará un departamento que supervisa varios casos políticos de alto perfil, cuyos resultados probablemente dejarán infelices a amplias franjas del país. Y heredará un departamento que durante los últimos cuatro años ha implementado vigorosamente la agenda conservadora de Trump, instituyendo una política de acusación agresiva y reviviendo el uso de la pena de muerte federal.

Garland, dicen los analistas, tendrá que mejorar la moral y restaurar las barreras tradicionales entre su agencia y la Casa Blanca en asuntos penales, mientras lidera el cambio de política hacia la izquierda del departamento que pareció comenzar inmediatamente después de que el presidente Biden asumiera el cargo.

Garland dijo en su audiencia de confirmación que su primera sesión informativa se centraría en el motín del 6 de enero en el Capitolio y los casos penales que han surgido de él. Los fiscales han acusado a más de 300 personas en relación con el caos, dijeron las autoridades, y han estado abriéndose camino desde los que ingresaron al edificio hasta los que podrían haber planeado u orquestado la violencia ese día.

Cuando trabajó por última vez en el Departamento de Justicia en la década de 1990, Garland supervisó dos casos de terrorismo doméstico de alto perfil: la investigación del bombardeo de un edificio federal en la ciudad de Oklahoma, donde murieron 168 personas e hirieron a cientos más, y la investigación del Unabomber, que llevó a cabo 16 bombardeos por correo durante 17 años. Los analistas dicen que Garland está especialmente calificado para supervisar los enjuiciamientos derivados de los disturbios en el Capitolio y el esfuerzo más amplio del departamento para tomar medidas enérgicas contra el terrorismo nacional.