Dudan funcionarios de EU de acciones de AMLO ante migración

Washington DC, Estados Unidos.- Los migrantes estaban cruzando la frontera sur de Estados Unidos en números récord, los puentes internacionales ferroviarios fueron cerrados abruptamente y los puertos de entrada oficiales también. 

Desesperado por ayuda en diciembre, el presidente Joe Biden llamó a su homólogo de México, Andrés Manuel López Obrador, quien le dijo que enviara rápidamente una delegación a la capital mexicana, según varios funcionarios estadounidenses.

La Casa Blanca se apresuró a hacerlo. Poco después, México intensificó la aplicación de la ley. Los cruces ilegales de la frontera hacia Estados Unidos disminuyeron drásticamente para enero.

A medida que la migración pasa a primer plano en la campaña presidencial de EU, México ha surgido como un jugador clave en un tema con el potencial de influir en las elecciones, y la Casa Blanca ha trabajado arduamente para preservar la cooperación de López Obrador.

La Administración dice públicamente que su diplomacia ha sido un éxito.

Pero detrás de puertas cerradas, algunos altos funcionarios de Biden han llegado a ver a López Obrador como un socio impredecible, que según ellos no está haciendo lo suficiente para controlar consistentemente su propia frontera sur o para vigilar las rutas que utilizan los contrabandistas para llevar a millones de migrantes a Estados Unidos, según varios funcionarios estadounidenses y mexicanos. Ninguno de ellos hablaría en público sobre las delicadas relaciones diplomáticas.

"No estamos obteniendo la cooperación que deberíamos estar obteniendo", dijo John Feeley, ex subjefe de misión en México de 2009 a 2012. Feeley dijo que los dos países realizaron más patrullajes conjuntos e investigaciones para asegurar la frontera durante la Administración de Obama.

"Yo sé cómo se ve cuando hay una cooperación genuina en contraposición a lo que tenemos ahora, que se promociona como una gran cooperación pero que creo que es nada", dijo Feeley.

Mientras estuvo en el cargo, el presidente Donald Trump utilizó la amenaza de aranceles para obligar a López Obrador a implementar su ofensiva contra la migración.

Biden necesita a México tanto como Trump, pero ha adoptado un enfoque diferente, centrándose en evitar conflictos con el poderoso y a veces volátil líder mexicano con la esperanza de preservar su cooperación.

"AMLO ha evaluado correctamente su influencia y ha reconocido que estamos usando la nuestra", dijo Juan González, exasesor principal de Biden para América Latina, utilizando el apodo de López Obrador.

Liz Sherwood-Randall, asesora de seguridad nacional de Estados Unidos, dijo que la Casa Blanca trabaja colaborativamente en los más altos niveles con el Gobierno de México.

"El presidente López Obrador ha sido un socio críticamente importante para el presidente Biden", añadió.

Desde 2022, México ha añadido cientos de puestos de control migratorio y ha aumentado diez veces el personal de aplicación de la ley, según cifras proporcionadas por el Departamento de Estado de EU. México también está deteniendo a más migrantes que en cualquier momento de la historia reciente.

Sin embargo, los números de personas que llegan a la frontera sur siguen siendo obstinadamente altos. Hubo más de 2 millones de cruces ilegales de la frontera en cada uno de los últimos dos años fiscales, el doble que en 2019, el año más ocupado para las detenciones bajo la Administración Trump.

La pausa al inicio de este año aún fue uno de los meses de enero más altos registrados para cruces ilegales, según datos federales de EU. Las detenciones volvieron a aumentar en febrero.

En México, los funcionarios dicen que han alcanzado el límite de lo que pueden lograr ante un flujo extraordinario que ha abrumado también a su país.

López Obrador ha presionado a la Casa Blanca para que se comprometa más con la ayuda al desarrollo para los países latinoamericanos, para abordar los problemas que hacen que los migrantes se vayan en primer lugar.

"Queremos que se atiendan las causas profundas, que se las mire seriamente", dijo en una entrevista con "60 Minutes" de CBS que se emitió el domingo. Cuando se le preguntó si seguiría asegurando la frontera incluso si Estados Unidos no hiciera lo que él pidió, López Obrador dijo: "Sí, porque nuestra relación es muy importante".

La migración ha aumentado debido a factores difíciles de controlar para cualquier Gobierno: la persistente pobreza, la violencia desenfrenada, los efectos del cambio climático y el impacto duradero de la pandemia de Covid-19 que han dejado a las personas desesperadas por cualquier oportunidad de supervivencia.

Sin embargo, los funcionarios mexicanos también culpan a las políticas estadounidenses, diciendo que los migrantes tienen incentivos para venir a Estados Unidos porque el sistema de asilo está tan colapsado que los migrantes tienen una buena probabilidad de quedarse en el país durante años hasta que se decida su caso.

En los últimos meses, las autoridades en Tijuana han realizado redadas en hoteles y casas de seguridad, aumentado la seguridad en los cruces oficiales e instalado nuevos puntos de control a lo largo de una sección antes desierta de la frontera cerca de la ciudad, por donde los migrantes pasaban a través de un hueco en el muro.

Nada funcionó por mucho tiempo.

El endurecimiento de las autoridades solo ha puesto a los migrantes en mayor peligro, según grupos de ayuda, lo que ha llevado a los traficantes a llevar a la gente por rutas más riesgosas a través del vasto desierto, donde a menudo se pierden y son encontrados deshidratados.

Una noche en febrero, un traficante dejó a un grupo de 18 personas a kilómetros de la frontera, diciéndoles que encontrarían rápidamente un hueco en el muro. En la oscuridad, el grupo se perdió y caminó durante horas hasta finalmente cruzar a California y llegar a un campamento improvisado donde los migrantes a menudo se apiñan en baños portátiles en busca de refugio.

Denver González, de dos años, no podía dejar de sollozar.

"Estoy frío, quiero dormir", gritaba repetidamente el niño, mientras su padre envolvía su diminuto cuerpo en mantas donadas por un voluntario local.

"Los presionas en un punto, y van a otro lugar", dijo David Pérez Tejada, jefe de la oficina de Baja California del Instituto Nacional de Migración de México, refiriéndose a los traficantes.

"Es todo un juego del gato y el ratón, y es extremadamente difícil controlar esto".

La Casa Blanca ha presionado al Gobierno mexicano para aumentar las deportaciones, implementar restricciones de visas para más países para hacer difícil entrar a México y fortalecer las fuerzas de seguridad en su frontera sur.

Sin embargo, camiones cargados de migrantes continúan transitando por el país, en parte porque los traficantes a menudo sobornan a las autoridades de los puntos de control, según funcionarios estadounidenses.

La Administración Biden quiere que México aumente las deportaciones. La secretaria de Relaciones Exteriores dijo la semana pasada que había llegado a un acuerdo con Venezuela para deportar a los migrantes y ayudarlos a encontrar empleo.

La Casa Blanca también ha presionado a México para que haga más de lo que algunos funcionarios llaman "descompresión", que implica transportar a las personas lejos de la frontera hacia algún lugar profundo del país.

"Las personas están siendo detenidas por las autoridades mexicanas y enviadas a ciudades aleatorias en el sur", dijo Erika Pinheiro, directora ejecutiva de Al Otro Lado, un grupo humanitario.

"Obligarlas a volver a caminar hacia el norte, pagar sobornos a las autoridades y correr todos esos riesgos nuevamente es inhumano".