Después de más tiroteos masivos, republicanos amplían el acceso a las armas

Después de que un tiroteo masivo en una escuela primaria en Texas el año pasado provocó llamados a nuevas restricciones de armas, los estados liderados por republicanos en todo el país tomaron la otra dirección. Uno de ellos fue Tennessee, donde el gobernador insistió en que leyes más estrictas sobre armas de fuego nunca disuadirían a los malhechores.

“No podemos controlar lo que hacen”, dijo el gobernador Bill Lee.

En cambio, los legisladores de Tennessee se han movido para hacer que las armas de fuego sean aún más accesibles, proponiendo proyectos de ley este año para armar a más maestros y permitir que los estudiantes universitarios porten armas en el campus, entre otras medidas.

Luego vino el ataque del lunes en la Escuela Covenant en Nashville, donde un tirador que portaba múltiples armas mató a seis personas, incluidos tres niños. El mismo día, un juez federal firmó un acuerdo estatal que permite a personas de hasta 18 años portar un arma de fuego sin permiso.

En medio de la espantosa cadencia de múltiples tiroteos masivos que han provocado llamados a controles más completos sobre las armas, los republicanos en los parlamentos estatales han ampliado constantemente el acceso a las armas.

En Kentucky, Ohio, Nebraska, Texas y Virginia, los republicanos presionaron este año para limitar las zonas libres de armas, eliminar las verificaciones de antecedentes y revertir las leyes de bandera roja que buscan quitar las armas de fuego a quienes representan un peligro para ellos mismos o para los demás.

Missouri promulgó el año pasado una medida que hizo ilegal que la policía local coopere con las autoridades federales en muchas investigaciones de armas. Un juez federal a principios de este mes anuló la ley por inconstitucional.

“Creo que ha empeorado progresivamente con los años”, dijo en una entrevista el gobernador demócrata de Carolina del Norte, Roy Cooper. El miércoles, la Legislatura controlada por los republicanos en su estado anuló su veto y eliminó un sistema de permisos de armas de un siglo de antigüedad.

En 25 estados, no se requieren permisos para portar un arma de fuego, nueve más que en 2020.