Desacuerdos y retrasos: La lucha interna sobre la frontera ha dividido a la Casa Blanca

Washington.— El presidente Biden estaba lívido. Habían transcurrido sólo dos meses de estar en el poder y ya había una crisis en la frontera suroeste.

Miles de niños migrantes se encontraban abarrotando estaciones insalubres de la Patrulla Fronteriza. Los republicanos lo acusaban de mantener abiertas las fronteras y sus asesores se culpaban uno al otro.

Al enfrentar a sus polémicos colaboradores en la Oficina Oval ese día a finales de marzo del 2021, Biden se molestó porque estaban intentando eludir la responsabilidad que había surgido.

¿A quién necesito despedir para arreglar esto?, dijo.

Biden llegó a la presidencia prometiendo desmantelar lo que él describió como unas políticas inhumanas de inmigración del presidente Donald J. Trump.

Sin embargo, ese episodio, relatado por varias personas que estaban presentes o fueron informadas de la reunión, ayuda a explicar por qué ese esfuerzo se mantiene inconcluso: durante la mayor parte de la presidencia de Biden, la Casa Blanca ha estado dividida por furiosos debates sobre cómo proceder, y si deben hacerlo, para enfrentar la oleada de migrantes que están cruzando la frontera suroeste.

Asesores de alto rango han estado luchando uno contra otro sobre qué tan rápido deben anular las políticas más restrictivas y qué tipo de sistema podría ser el mejor para reemplazarlas.

Actualmente, Biden ha sido el objetivo de ataques de todos lados: los activistas a favor de la inmigración lo acusan de no darle prioridad a los derechos humanos de millones de inmigrantes. Los conservadores señalan las oleadas de migrantes en la frontera como una evidencia de que el presidente está siendo débil e ineficaz.

Y hasta algunos demócratas moderados temen que levantar las restricciones fronterizas de la Era Trump pueda afectarlos políticamente.

Oficiales del Departamento de Seguridad Interna esperan una cifra récord de migrantes que cruzarán la frontera este verano, justo meses antes de las elecciones de medio término que determinarán el control del Congreso y ayudarán a cambiar el marco de la presidencia de Biden en los próximos dos años.

La frontera ha sido un constante dolor de cabeza para Biden, la cual ha experimentado una serie de crisis aun cuando él ha tratado de mantenerse enfocado en la pandemia, la economía, Afganistán y la invasión rusa a Ucrania.