Estados Unidos
sábado, 20 julio 2019 | 22:47
Debido a los tweets racistas que publicó el presidente Trump acerca de las cuatro congresistas de color, docenas de amigos, asesores y aliados políticos trabajaron detrás de bambalinas para arreglar el desastre sin admitir públicamente el error, debido a que no es la costumbre de Trump.
“Él se dio cuenta de que las cosas no estaban bien”, comentó el senador Lindsey O. Graham, republicano por Carolina del Sur, quien es el confidente de Trump y este sábado jugó golf con el presidente y habló con él acerca de lo sucedido el lunes.
“Bueno, él siempre arremete y luego hace ajustes”.
Al igual que otros, Graham le urgió a Trump para que se retractara de la idea racista que existe en los cánticos de sus simpatizantes.
Sin embargo, sus asesores le proporcionaron nuevos temas y más cosas que investigaron sobre las cuatro congresistas.