Congreso de EU fracasó repetidamente en abordar el problema de la inmigración

Nueva York.- Durante casi un cuarto de siglo, mientras sucesivas oleadas de inmigrantes intentaban ingresar y trabajar en Estados Unidos, los presidentes apelaron al Congreso para abordar las brechas en un sistema de inmigración que casi todos están de acuerdo en que no funciona.

Sin embargo, año tras año, los esfuerzos del Congreso para llegar a un acuerdo bipartidista de gran alcance, uno que fortalecería las medidas de seguridad fronteriza al tiempo que ampliaría las vías para que las personas inmigren a Estados Unidos de manera ordenada y legal, se han fracturado bajo la presión de las fuerzas políticas.

La inmigración ha demostrado ser una poderosa herramienta de mensajes políticos, particularmente para los republicanos, que han reunido a los votantes detrás de las campañas para cerrar la frontera con México y denunciado como amnistía todo lo que no sean propuestas estrictas de seguridad. Y los demócratas se han resistido durante mucho tiempo a las iniciativas de seguridad fronteriza sin medidas para otorgar estatus legal a millones de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos y expandir la inmigración en el futuro.

Si bien muchos legisladores han tratado de cerrar la brecha, ni una sola vez en el siglo XXI el Congreso logró enviar un proyecto de ley integral de inmigración al escritorio del presidente.

El legado de esa inacción se ve en las fábricas y granjas, donde los inmigrantes indocumentados realizan trabajos agotadores por salarios bajos; en la creciente acumulación de casos de asilo que aún no se han presentado ante un juez de inmigración; en el enriquecimiento de cárteles que trafican migrantes y drogas hacia la frontera entre Estados Unidos y México; y en la incertidumbre en la frontera tras la expiración esta semana de las restricciones de entrada de la era de la pandemia.