Cambia O’Rourke su estrategia a medida que disminuyen sus seguidores

Mientras que el mes pasado Beto O’Rourke se preparaba para decirle al mundo que se postularía para presidente, la revista Vanity Fair publicó en su portada del mes de abril una foto del demócrata de El Paso en un camino polvoriento a bordo de su camioneta, su perro y estas palabras:  “Caray, yo nací para hacer esto”, publicó The Washington Post.

Pero a seis semanas de que O’Rourke lanzara su campaña, el excongresista ha ido de ser un candidato que ha causado alborotos como una celebridad  --- seguido por docenas de periodistas, comparado con Barack Obama y fotografiado por Annie Leibovitz  --- a ser tan sólo otro demócrata en un competido grupo de participantes, que está teniendo problemas para seguir destacando mientras ajusta su mensaje de unidad contra el enojo y demandas específicas del electorado demócrata.

O’Rourke está aprendiendo rápidamente que su competencia no va a ser fácil.

El 30 de marzo, cuando inició formalmente su campaña con un mitin en El Paso, más de 1 mil simpatizantes en los 50 Estados realizaron varias reuniones para verlo.

Dos sábados después, la campaña sólo contó con tan sólo la tercera parte de ese número para realizar eventos puerta a puerta en sus comunidades.

En las últimas semanas, O’Rourke de 46 años, ha ajustado sutilmente su estilo y tono de maneras que contrarrestan la crítica y mofas que ha enfrentado.

O’Rourke ha dejado de bromear con ser un padre ausente y de reconocer regularmente que se ha beneficiado de los privilegios que conllevan el ser un hombre anglosajón y de su falta experiencia.

Ahora, en el sitio en la web de su campaña agregó una “visión” que incluye muchos objetivos grandes, incluyendo establecer un sistema universal de atención médica, aumentarles el salario a los maestros, reducir el costo de la educación superior, reformar el sistema de justicia penal y combatir el cambio climático.

El manejo que ha hecho O’Rourke de muchas de las necesidades de los electores demócratas a través de un enfoque retóricamente diferente ha quedado claramente de manifiesto.