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El mercado laboral continuó reduciéndose gradualmente a fines de 2022, ya que las tasas de interés más altas comenzaron a frenar la contratación y las industrias que anteriormente crecían se quedaron sin fuerza.
Los empleadores agregaron 223 mil empleos en diciembre, informó este viernes el Departamento de Trabajo, casi en línea con las expectativas de los economistas, pero por debajo del promedio en los últimos meses. La tasa de desempleo bajó al 3.5 por ciento, de vuelta a su punto más bajo antes de la pandemia.
La proyección llevó la creación total de empleos para el año a 4.5 millones a medida que la economía continuaba recuperándose de los cierres a principios de la pandemia.
La reciente desaceleración en la creación de empleo es una señal de que la campaña de la Reserva Federal para sofocar la inflación finalmente puede estar restringiendo el mercado laboral, que se ha mantenido incluso cuando el resto de la economía comenzó a tambalearse.
“Los empleadores todavía tienen dificultades para encontrar personal para ciertos tipos de puestos”, dijo Dan Hamilton, director del Centro de Investigación y Pronósticos Económicos de la Universidad Luterana de California.
Los empleadores estaban ansiosos por contratar trabajadores cuando podían encontrarlos y se resistían a deshacerse de ellos durante la mayor parte de 2022. Los despidos y las solicitudes iniciales de seguro de desempleo se han mantenido extremadamente bajos, mientras que la brecha entre la cantidad de trabajadores disponibles y los trabajos enumerados es muy mayor que su promedio histórico.
Ese repunte posterior a la pandemia se ha debilitado en los últimos meses, ya que los sectores que se habían visto impulsados por el estilo de vida de quedarse en casa, incluidos los autobuses, la fabricación y el comercio minorista, comenzaron a reducir la contratación y, en algunos casos, a eliminar puestos de trabajo. Una encuesta realizada por el Instituto de Gerencia y Abastecimiento encontró que la manufactura se contrajo por segundo mes consecutivo en diciembre, lo que indica que más empresas ven que el negocio empeora en lugar de mejorar.
Las industrias que se han beneficiado del resurgimiento de la demanda de los consumidores, como hoteles, restaurantes y lugares de entretenimiento, han tenido dificultades para atraer a los trabajadores necesarios para operar a capacidad total. Pero eso puede estar cambiando, ya que los ahorros de los hogares acumulados durante la pandemia se han reducido y la inflación acelerada ha empujado a los estadounidenses a realizar trabajos adicionales.