Estados Unidos

Envía Biden mensajes duales a Afganistán

Al escuchar a la Casa Blanca y al Pentágono, la salida de las últimas tropas de combate estadounidenses

The New York Times
viernes, 02 julio 2021 | 18:23

The New York Times

Washington— Al escuchar a la Casa Blanca y al Pentágono, la salida de las últimas tropas de combate estadounidenses de la Base Aérea Bagram, no es el final de la misión en Afganistán. Por lo menos fue la señal que se envió a los afganos.

El Ejército de Estados Unidos seguirá ayudando a las fuerzas afganas, a través de teleconferencias desde lejos. Los drones artillados de la Fuerza Aérea seguirán cazando a Al Qaeda y a los terroristas del Estado Islámico, justo desde las bases que están a ocho horas de distancia en el Golfo Pérsico.

La administración Biden sigue planeando proporcionarle al gobierno afgano más de 3 billones de dólares en ayuda para la seguridad, aunque no tanta supervisión en el país para impedir la corrupción.

Sin embargo, en la realidad, mucho ha cambiado en tres meses desde que el presidente Biden ordenó que la mayoría de las 3 mil 500 tropas estadounidenses abandonaran ese país para el 11 de septiembre.

Ya no hay ningún estadounidense en tierra para asesorar y ayudar a las tropas afganas. Unos cuantos de los 18 mil contratistas del Pentágono seguirán reparando la fuerza aérea de Afganistán y su flotilla de helicópteros Black Hawk que fueron proporcionados por Estados Unidos.

Sólo dos aliados militares de la OTAN se van a quedar --- Turquía y Gran Bretaña --- y la mayoría de sus tropas serán apostadas en una embajada fortificada o para proporcionar seguridad en el Aeropuerto Internacional de Kabul, que es la última puerta importante para salir del país.

Este viernes, Biden dejó de manifiesto los duales mensajes de su administración al tratar de asegurarle al público estadounidense que las llamadas “guerras para siempre” están concluyendo, por lo menos militarmente, aunque trató de convencer a los asediados afganos que Estados Unidos no va a abandonar el país en un momento en que los analistas de inteligencia aseguran que el gobierno podría caer en unos seis meses ante el resurgimiento del Taliban.