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Associated Press
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Phoenix.- Un hombre tendió una emboscada a un oficial de policía que respondió a una llamada en una casa de Phoenix la madrugada del viernes, disparándole varias veces, luego disparó contra otros oficiales que intentaban rescatar a un bebé que estaba colocado afuera de la puerta.
En total, cinco oficiales recibieron disparos directamente, incluidos cuatro que resultaron heridos por metralla o balas que rebotaron, dijo el sargento de la Policía de Phoenix, Andy Williams.
“Odio especular, pero parece que sería bastante seguro decir que nueve será el número más alto que hemos tenido de heridos en un día, en el mismo incidente”, dijo Williams.
Se espera que todos sobrevivan y el bebé resultó ileso, dijo la Policía.
El oficial más gravemente herido fue el primero en llegar a la casa, alrededor de las 2:15 a.m., luego de un informe de una mujer baleada. Fue invitado a entrar, dijo Williams.
“Cuando se acercaba a la puerta, el sospechoso lo emboscó con un arma y le disparó varias veces”, dijo. “Ese oficial pudo regresar y escapar a un lugar seguro”.
El video de la escena muestra a otro hombre saliendo con un bebé y una cartera. El hombre dejó la mochila en el suelo y luego acostó al bebé, envuelto en una manta, entre la mochila y la puerta principal. Levantó las manos para rendirse mientras se alejaba de la casa.
Otros oficiales que respondieron se acercaron a la puerta y el sospechoso realizó más disparos. La Policía devolvió el fuego, lo que llevó al sospechoso a atrincherarse. Ocho de los oficiales resultaron heridos por balas o metralla en ese intercambio, dijo Williams.
La Policía pudo llevar al bebé a un lugar seguro cuando una unidad SWAT se hizo cargo.
El sospechoso permaneció atrincherado durante varias horas y luego fue encontrado muerto dentro de la casa. Una mujer en la casa también resultó gravemente herida y murió más tarde, dijo la Policía. No especificaron cómo murió el sospechoso.
Williams dijo que la mujer era la exnovia del sospechoso y que se creía que el bebé era su hijo.
El hombre que sacó al bebé afuera sufrió heridas que no ponen en peligro su vida. “Ninguna información sugiere que sea parte de la emboscada, pero es una investigación en curso”, dijo Williams.
No se dieron a conocer las identidades, y la Policía dijo que todavía estaban tratando de conocer las circunstancias del incidente. Los detectives estaban reuniendo evidencia y procesando la escena el viernes por la mañana.
“Este es solo un ejemplo más de los peligros que enfrentan los oficiales todos los días para mantenernos seguros a nosotros y a nuestra comunidad”, dijo el jefe de Policía Jeri Williams en una conferencia de prensa temprano en la mañana. “Si parezco molesto, lo estoy. Esto no tiene sentido. No es necesario que suceda y continúa sucediendo una y otra vez”.
Chris Grollnek, un experto en tiroteos activos, dijo a The Associated Press que es importante saber cómo se informó inicialmente el incidente. ¿Fue una llamada al 911 de la mujer pidiendo ayuda? ¿Un vecino denunciando disparos y gritando?
La información inmediata determinaría cómo responden los primeros oficiales cuando lleguen a la escena, dijo.
Tradicionalmente, un sospechoso atrincherado le gana tiempo a la Policía para establecer un perímetro y llamar a un equipo SWAT, que podría tardar 20 minutos en llegar. Pero si alguien está herido adentro, "el factor humano se hace cargo", dijo Grollnek. "Soy el primero en llegar, voy a entrar".
Charles “Sid” Heal, exoficial al mando de la unidad SWAT del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, dijo que las políticas del departamento a menudo otorgan la autoridad para tomar decisiones al oficial que responde.
Tanto Heal como Grollnek describieron la acción de disparar a los oficiales que intentaban salvar a un bebé como “malvada”. Dijeron que los protocolos policiales simplemente no pueden cubrir tal escenario.
“Esperemos que no suceda con la frecuencia suficiente para que alguna vez tengamos un protocolo para ello”, dijo Heal.
Agregó que no puede imaginar una situación en la que los oficiales hubieran dejado al bebé expuesto porque era demasiado peligroso para ellos rescatar al niño.
“Los factores morales superan con creces el riesgo físico”, dijo.
El vecindario de clase media en el suroeste de Phoenix donde ocurrió el tiroteo tiene casas de estuco recién construidas muy juntas y se encuentra junto a grandes instalaciones de envío y cumplimiento para empresas. A la casa le dispararon las ventanas del segundo piso.
Frank DeAguilar, su propietario, dijo que la residencia es de alquiler y que no sabía nada sobre las personas que vivían allí, incluidos sus nombres. Dijo que una firma de administración de propiedades maneja los detalles.
“Es una situación triste”, dijo DeAguilar.