Diario
The New York Times
Washington.- El crecimiento del empleo se desaceleró en agosto, pero se mantuvo sólido, lo que sugiere que el aumento de las tasas de interés y el temor a una posible recesión están llevando a las empresas a retirar la contratación, pero que la recuperación del mercado laboral sigue siendo resistente.
Los empleadores agregaron 315 mil empleos el mes pasado sobre una base ajustada estacionalmente, dijo este viernes el Departamento de Trabajo. Eso fue inferior a los 526 mil de julio, aunque aún representaba un fuerte ritmo de crecimiento.
La tasa de desempleo subió al 3.7 por ciento, desde un mínimo de medio siglo de 3.5 por ciento en julio. Esa tasa solo cuenta a las personas que están buscando trabajo activamente, y el aumento se produjo junto con un gran aumento en el tamaño de la fuerza laboral, una señal de que el aumento de los salarios, las abundantes oportunidades laborales y la pandemia en retroceso están llevando a más personas a buscar trabajo.
Los economistas han estado diciendo durante meses que es probable que el crecimiento del empleo se desacelere a medida que la economía se desacelera del auge impulsado por las vacunas del año pasado, y que los mayores costos de endeudamiento dificultan la expansión de las empresas. En cambio, el mercado laboral se mantuvo al rojo vivo incluso cuando otras partes de la economía, como el mercado de la vivienda, bajaron considerablemente. Los datos publicados este viernes indicaron que la desaceleración demorada por mucho tiempo finalmente pudo haber comenzado.
“Definitivamente es un cambio a la baja de lo que vimos a principios de año”, dijo Sarah House, economista de Wells Fargo. “Pero da un paso atrás y mira el panorama general aquí. El hecho de que sigamos obteniendo ganancias de más de 300 mil, incluso cuando hemos recuperado todos los empleos perdidos, sigue siendo una hazaña realmente impresionante”.
Por lo general, tal desaceleración sería preocupante, especialmente en un momento en que los meteorólogos advierten sobre una posible recesión. Pero en el mundo de altibajos de la economía tardía de la pandemia, un modesto retroceso en el crecimiento del empleo en realidad podría ser una buena noticia, aunque no para todos.
Esto se debe a que los formuladores de políticas de la Reserva Federal creen que el mercado laboral está efectivamente sobrecalentado: con el doble de puestos vacantes que buscadores de empleo, los empleadores compiten por los trabajadores elevando los salarios y, en última instancia, los precios. La Reserva Federal espera que al aumentar las tasas de interés, pueda enfriar el mercado laboral lo suficiente como para reducir la inflación, pero no tanto como para que el desempleo se dispare.