Trump empeora la crisis fronteriza

En artículo de opinión publicado por el viernes por el New York Times titulado “Trump empeora la crisis fronteriza”, la representante demócrata paseña Verónica Escobar sostiene que la situación en la frontera sur de Estados Unidos no se debe a las drogas ni a la delincuencia sino a que el Gobierno no se ha adaptado el flujo de solicitantes de asilo.

En la colaboración fechada en El Paso, Texas, la sucesora de Beto O’Rourke en el Congreso considera “simplista y equivocado” el llamado del presidente Trump. “Aunque en la frontera sí existe una crisis, no es la descrita por el Presidente —y, de hecho, su ‘solución’ sólo empeorará las cosas”, escribe Escobar.

La exjuez del condado de El Paso dice que ni Trump ni el Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) toman en cuenta que está aprehendiéndose a muchas menos personas que llegan a la frontera, que la mayoría solicitan legalmente asilo y que la mayor parte de las drogas pasan a través de puertos de entrada.

“En vez de diseñar una respuesta flexible a los hechos que tienen lugar en la región, esta administración ha optado por un enfoque de incompetencia y crueldad. Las consecuencias ya han saltado a la vista”, señala Escobar.

La representante añade que la falta de adaptación por parte del DHS a los cambios en las poblaciones y los patrones migratorios han provocado que los agentes no cuenten con la preparación ni el equipo adecuados para responder a los nuevos recién llegados, además de que los agentes se ven obligados a realizar labores que les impiden dedicarse a la misión para la que fueron entrenados: “rastrear y detener a los malos”.

La culpa no es de los agentes, dice Escobar, sino de las dependencias con equipo obsoleto, personal insuficiente y comunicación inadecuada a nivel federal.

Así describe la crisis en la frontera la representante paseña: “familias desesperadas que rebasan a agentes con escasos lineamientos o apoyo por parte de sus oficinas locales, ya no digamos de Washington”.

Escobar hace un llamado a que el Congreso investigue cómo responder mejor a las causas de fondo de la nueva migración así como las razones de que una corporación bien financiada no se haya adaptado, se hayan ignorado las alarmas de los agentes de campo y hayan muerto dos niños que se encontraban bajo el resguardo de la Patrulla Fronteriza.

“El presidente Trump y su base seguirán obsesionados con la seguridad fronteriza hasta que no haya una sola persona que cruce indocumentada —algo imposible—. Desde luego, a ellos no los mueve la seguridad fronteriza; los mueve el nacionalismo y el aislacionismo. Para el resto de nosotros, lo importante es encontrar una solución humana a un desafío humanitario”, concluye.