Estados Unidos

Se aferra Trump a cerrar la frontera pese a los riesgos

La decisión del mandatario podría desatar una grave perturbación económica, según informó CNN

El Diario de Juárez

martes, 02 abril 2019 | 12:47

Washington.- El presidente Trump podría desatar un caos y una grave perturbación económica si termina cumpliendo su promesa de cerrar la frontera sur, pero aun así resulta claro que está tentado a hacerlo.

Con un gesto tan dramático se lograrían muchos de los objetivos políticos a corto plazo más fundamentales de Trump y se satisfaría a un personaje dominante y el deseo de complacer a los partidarios más leales que motiva gran parte del comportamiento del presidente, publicó CNN.

La retórica antiinmigratoria de Trump y su disposición a ignorar las normas internacionales sugieren que al mandatario poco le importan las implicaciones humanitarias y diplomáticas de una medida tan radical, la cual amenazó con tomar quizá a partir de la presente semana.

Pero el inmediato y severo impacto económico de cerrar la frontera —en las industrias como la manufactura automotriz, las ventas minoristas y las frutas y verduras frescas, así como en las exportaciones de Estados Unidos hacia un importante socio comercial, México— podría pesar en la decisión presidencial y sugerir la posibilidad de que Trump esté fanfarroneando.

El lunes también hubo indicios de que la administración podría estar aprovechando la amenaza del cierre fronterizo a fin de conseguir mayores medidas por parte de los gobiernos regionales para poner alto a los migrantes, cuando el asesor presidencial Stephen Miller dijo en llamada tipo conferencia que el mandatario aún no estaba listo para tomar una decisión en torno al cierre de la frontera.

Lo mismo que en el caso de numerosas otras iniciativas de la administración, no hay mucha evidencia de que en la Casa Blanca se planee antes de actuar.

A pesar de destinar el lunes más personal a la frontera entre Estados Unidos y México y de contemplar nombrar a un “zar” de la inmigración, el Gobierno aún no explica cómo podría cerrarse total o parcialmente la frontera ni el significado de dicha medida.

Sin embargo, funcionarios de la Casa Blanca de alto nivel señalaron no poder pronosticar lo que hará el Presidente a fin de responder a lo que la secretaria de Seguridad Interna Kirstjen Nielsen dice constituye una “perturbadora” crisis por el aumento de migrantes en la frontera.

De ser leal a sus instintos más elementales, Trump cumplirá su amenaza.

Cerrar la frontera sería el tipo de empleo dramático del poder ejecutivo que a Trump le encanta. Al hacerlo se identificaría —y castigaría— a un enemigo, México. El cierre sería un reto para los expertos y la burocracia de Washington a quienes preocupan las nefastas consecuencias de una medida así.

Se desconoce si Trump, una vez empeñado en algo, escuche los informes de funcionarios de alto nivel que llevan semanas preocupados por el impacto de cerrar la frontera, o las alertas hechas por grupos como la Cámara de Comercio en el sentido de que Trump daría pie a una “calamidad económica”.

Después de todo, su postura sobre el comercio es peculiar, sugiriendo sin mucha razón el fin de semana que sellar la frontera podría reducir el déficit comercial y representar “una operación lucrativa”.

El Presidente tiene asimismo tendencia a dar prioridad a los logros a corto plazo y a ignorar los serios daños que sus estrategias puedan ocasionar posteriormente.

El domingo, el jefe de colaboradores de la Casa Blanca en funciones Mick Mulvaney dijo en el programa de ABC “This Week” que haría falta “algo dramático” para que el Presidente desista de su amenaza de cerrar la frontera. Ese mismo día la asesora política de Trump advirtió en “Fox News Sunday” Kellyanne Conway advirtió que la advertencia de su jefe “definitivamente no es un fanfarroneo”.

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