Estado

Recurrirá al Congreso de la Unión

Va magistrado por destitución de Corral

Jorge Ramírez solicitará juicio político por violación al fuero constitucional

El Diario

martes, 24 marzo 2020 | 10:12

El Diario El Diario

Chihuahua— El magistrado de la Primera Sala Penal, Jorge Abraham Ramírez Alvídrez, anunció ayer en entrevista exclusiva con El Diario que promoverá ante la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión una solicitud de juicio político en contra del gobernador Javier Corral Jurado, por violación al fuero constitucional.

Lo anterior para que sea separado del cargo e inhabilitado para ocupar puestos públicos, tras la detención ilegal de más de diez horas que sufrió Ramírez por personal bajo el mando del gobernador, específicamente de la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Comisión Estatal de Seguridad (CES), el pasado domingo en el exterior de un centro comercial del periférico De la Juventud.

“Definitivamente sí soy un perseguido político, no me he escondido, siempre he dado la cara. No veo que haya respeto al estado de Derecho en Chihuahua”, afirmó el magistrado.

Sobre lo sucedido el pasado fin de semana, explicó que “hay un delito constitucional cuando violan el fuero de un servidor público, ellos lo violaron. El tema es que se tiene que hacer una denuncia ante la Cámara de Diputados, la debería hacer el Tribunal Superior de Justicia, espero que tuvieran el valor de hacerlo o se pueden quedar como se han mantenido, callados; yo creo por eso conmigo no han podido”, dijo.

Luego –explicó–, “está el trámite del amparo que promovimos 072/2020 en el juzgado Octavo de Distrito en contra de la ley por el juicio de procedencia, y en el cual hubo una flagrante violación a la suspensión, y esa solamente se tiene que denunciar ante el propio tribunal federal, y éste hará lo que corresponda”.

“Cuando una autoridad viola una suspensión le acarrea una responsabilidad. Aquí hubo una doble violación y considero que debe haber una respuesta que debe ser contundente en contra del titular del Poder Ejecutivo del Estado, y seguramente que habrá en contra de los que son parte del Poder Legislativo por no dar cumplimiento al ordenamiento”, dijo.

Ramírez Alvídrez calificó de “aberrante”, el abuso de poder que se cometió en su persona como magistrado de la Primera Sala Penal.

Narró que fue aproximadamente a las 11 de la mañana del pasado domingo cuando al salir de una tienda departamental, un hombre que se identificó como el comandante “Baca” le dijo textualmente: “¿Es usted Jorge Ramírez? En este momento queda usted detenido”, a lo que él –dijo– le explicó que no era posible porque tenía fuero.

Ramírez comentó que llegaron alrededor de 15 vehículos de los que descendieron elementos, y por lo menos diez no tenían identificación como unidades de la FGE, lo anterior durante su estancia en el estacionamiento, que se prolongó hasta la una de la tarde.

Al lugar llegó su abogado Raydeceel Saénz, quien les mostró a los agentes la suspensión provisional del amparo para que no lo detuvieran. Los uniformados iban y venían desconcertados.

Según explicó Ramírez, se comunicó y llamó al fiscal César Augusto Peniche, a quien le informó lo que pasaba, pero éste sólo le respondía que mañana (lunes) lo iba a recibir en su oficina.

“Yo le decía, ‘es que no puedo, señor, me vienen a detener en este momento’, a lo que el fiscal Peniche me decía que hoy me iba a recibir, y al último me colgó”, declaró el magistrado.

Ramírez les explicó que la suspensión otorgada por el juez de Distrito implicaba la restitución de sus derechos como magistrado, lo cual fue precisado por el Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa, debido a que el alcance de una suspensión es precisamente para mantener la materia del amparo, “pero ellos ya tenían la consigna de detenerme; los policías sólo recibían órdenes”; dijo.

Afirmó que siempre declaró públicamente que no huiría, que estaría a disposición de cualquier autoridad, “y tan no lo hice, que estaba en un centro comercial como todos los chihuahuenses, adquiriendo víveres suficientes para los próximos días”.

Acompañaban a Ramírez su esposa Cynthia Solís y su hija. “Cuando me interceptan y dicen que me van a detener, yo les digo ‘tengo fuero, no me puedes detener’, y la persona que traía la orden de apellido Baca me dice, yo no sé desde cuándo la tienes”, dijo el magistrado.

El titular de la Primer Sala Penal mencionó que posteriormente llegó el jefe de la División de Fuerzas Especiales de la CES, de nombre Ginés, y fue la persona que decididamente le respondió. “Sí, lo sé, me lo voy a llevar detenido”, ante la explicación del fuero del cual gozaba.

Ramírez dijo que en el Cereso sufrió gritos y le negaron hacer la llamada a un familiar conforme a la ley. Finalmente, tras tomarle fotos, fue llevado a una zona de acceso en donde le obligaron a ponerse el uniforme de color gris que utilizan los reos.

Indicó que cuando por la tarde lo trasladaron al Centro de Justicia para la celebración de la audiencia, llegó un joven del personal del Poder Judicial, preguntando, “oigan, dónde está el magistrado Ramírez”.

“Ellos sabían en todo momento que tenía el fuero como magistrado, pero no intervinieron para que fuera puesto en libertad”, dijo.

Ya cuando llegó el escrito del juzgado federal en el que se ordenó que Ramírez fuera puesto en libertad, se retrasó aún más su salida, que fue alrededor de las 9 de la noche por formalismos en el procedimiento.

“En el Centro de Justicia no me dejaban ir, diciendo que estaban esperando un oficio, no sé qué tipo de oficio se tiene que esperar para que un servidor público que goza de fuero sea liberado”, cuestionó el entrevistado.

En la opinión de Ramírez, fue muy desafortunada la foto para el Gobierno estatal y para el Pleno del Tribunal que fuera saliendo de los separos del Tribunal Superior de Justicia.

Mencionó que todo esto, junto a los intentos anteriores para separarlo del Poder Judicial reflejan que el gobernador Javier Corral actúa de manera impulsiva sin el respeto al estado de Derecho.

“La Fiscalía además subió un boletín de prensa, que luego bajó, en el que se me califica de magistrado depuesto, lo cual es totalmente y absolutamente falso, violatorio de todo principio de presunción de inocencia”, dijo.

Agregó que él, como titular de la Primera Sala de lo Penal, no tiene una lucha social, sino que se defenderá férreamente de las acusaciones que se le hacen desde la cúpula del Poder, donde su único defecto ha sido tener una relación de amistad con el exgobernador César Duarte. 

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