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'Tuve mucho miedo, creí que iba a morir', Cuevas tras su primer secuestro

'No sabía a ciencia cierta cual era mi situación... nadie hablaba conmigo, no me decían nada, me tenían en suspenso y eso es muy angustiante, desesperante'

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El Diario de Chihuahua

sábado, 01 febrero 2020 | 12:49

Chihuahua.- El 24 de diciembre del año pasado, la reportera de El Diario de Delicias, Érika González Lozano, logró hacer contacto con el empresario Carlos Cuevas, después de que había sido secuestrado durante cuatro días, el día 17 del mismo mes.

La entrevista se logró vía telefónica, pues Cuevas Abundis se encontraba en Ciudad Juárez y prefirió hablar de esta forma en vez de hacerlo personalmente.

“Vamos a platicar sólo por teléfono... y en unos días más, deje que pase un poco el tiempo, lo hacemos en persona”, fue como aceptó el empresario ser entrevistado horas antes de la Nochebuena.

A raíz de la nueva desaparición de la que fue víctima, El Diario reproduce la entrevista publicada justo el día 25 de diciembre.

Lo secuestraron junto a su hija y dos nietos

“No sabía qué iba a pasar, tenía mucho miedo que fuera a perder la vida; no sabía a ciencia cierta cual era mi situación... nadie hablaba conmigo, no me decían nada, me tenían en suspenso y eso es muy angustiante, desesperante”.

Fue parte del terror que narró el empresario Carlos Cuevas durante su cautiverio luego de ser secuestrado, junto con una hija y dos nietos, en su vivienda la madrugada del pasado 17 de diciembre en Delicias, Chihuahua.

La experiencia dejó marcados a cada uno de los cuatro integrantes que fueron privados de la libertad mientras dormían en la tranquilidad de su hogar en domicilio conocido de este municipio.

“Fue un terror espantoso ver a tanta gente que entraba por todos lados”, narró el empresario en entrevista exclusiva para El Diario de Delicias, quien recordó los momentos mas difíciles que vivieron durante el secuestro de él y su familia.  

“Hombres entrando por arriba o por abajo, mucha confusión, gritando y diciendo que eran autoridades, aunque al preguntarles mas datos, me sometieron, me vendaron los ojos, me esposaron y me dijeron que no estuviera hablando que me callara y que agachara la cabeza al piso” recordó.

Durante esa madrugada de ese día, hombres encapuchados ingresaron al domicilio conocido de la familia Cuevas; su estrategia fue derrumbar el barandal reforzado con uno de los tres vehículos que arribaron al lugar con la finalidad de llevarse a las personas que estaban dentro de la casa en ese momento.

Junto con Cuevas Abundis, el comando se llevo a su hija y dos nietos menores de edad, quienes estaban siendo protegidos por tres escoltas, mismos que también fueron secuestrados.

Al acceder a la entrevista y preguntarle cómo se siente en estos momentos, dijo que, “obviamente, con el impacto de cómo se desenvolvieron todos los hechos, por no estar acostumbrado a estas situaciones, siento todo como una película o una cámara rápida por todo lo que pasó.

“El haber vivido esa situación y todo eso me trae desubicado” –agregó-, “pero en general me siento muy bien, muy agradecido y bendecido por la protección de Dios”.

A la pregunta, ¿cómo lo trataron sus secuestradores? Dijo que, “gracias a Dios estos señores nunca me maltrataron, me dieron de comer, me compraron ropa, porque me sacaron de mi casa en ropa interior, me trajeron medicamento y no me hablaban con groserías”.

Aunque dijo haber vivido momentos difíciles al ser un alcohólico en recuperación, y estar limpio por casi cuatro años, le dieron mariguana, y eso de alguna manera le hizo controlarse, por lo que no se dio cuenta de su situación por varias horas.

“Cuando no había consumido la droga me estaba volviendo loco de nervios, no sabía qué iba a pasar; si iba a poder regresar a mi casa; tenía mucho miedo que fuera a perder la vida, no sabía a ciencia cierta cuál era mi situación, nadie hablaba conmigo, no me decían nada, me tenían en suspenso, y eso es muy angustiante, desesperante”, dijo.

Fue en esos instantes en que, afirma, le dieron mariguana, y entonces todos los sentimientos encontrados, terror, preocupación por su hija y nietos fueron mas llevaderos, porque, como no podía controlar los efectos se quedaba dormido, “y me sentía en el limbo, y no me daba cuenta de mi situación”, recordó.

Detalló que jamás estuvo junto a su hija ni sus nietos desde que los sacaron de la casa y se los llevaron aparte en vehículos diferentes, lo que hizo más preocupante su situación, por estar en riesgo su propia vida y la de su familia.

“Ellos mismos me avisaron que no me preocupara, que todo iba a salir bien, pues habían liberado a mi hija y mis nietos, que mi familia ya estaba resguardada en casa; eso me hizo sentir horrible porque yo no tenía la certeza de si me decían la verdad, entonces yo seguí viviendo la incertidumbre hasta que llegué y los vi”.

“Cuando me liberaron lo primero que hice fue establecer comunicación con mi familia directa, mis hijos, mi hermano, mi madre y gente cercana al núcleo familiar, para ver como estaban mis nietos y mi hija, porque hasta esos momentos no sabía si era cierto que estaban bien, hasta que los vi me sentí tranquilo”, dijo.

¿Es un Carlos Cuevas diferente después del secuestro? “Esta experiencia me deja un Carlos Cuevas más sensible, más humano para valorar más lo que Dios me regala; me he preocupado mucho por mi prójimo, pero hoy es todavía mas el compromiso conmigo mismo y en agradecimiento a la bendición de Dios seré cada vez una mejor persona”.

Dijo que ahora que volvió con su familia su intención es darle vuelta a la página, dejar a tras ese asunto, pues ya son varios sustos por los que han pasado, pues recordó que a los 14 años a su hija también la secuestraron, pero afortunadamente con la difusión de los medios de comunicación la dejaron en Meoqui, Chihuahua.

Todo esto se suma al intento de secuestro que vivió su familia en el mes de julio, mientras se encontraban desayunando entre amigos en reconocido restaurante de Delicias.

“No sé por qué pasan estas cosas sino le debo nada a nadie, no estoy de doble o fingido, no hay una sola persona que me señale que yo le haya hecho un daño o que me haya quedado con alguna pertenencia de alguien; mi delito es trabajar y ser exitoso, yo empiezo a trabajar a las cuatro y media de la mañana y termino a las once de la noche”.

Agregó que, “hay gente mala que me inventa tanta cosa y que se quiere quedar con mi trabajo, pero solamente Dios sabe qué es lo que está pasando”.

Su mensaje a las personas, es que hay que dejar todo en manos de Dios, dedicarse a ser felices, trabajar sin hacerle daño a nadie para estar bendecidos y protegido por el manto sagrado de Dios.

Les deseo lo mejor a toda la ciudadanía, porque haciendo el bien, llegara el bien, afirmó.  

Dijo que estas situaciones son tragos amargos que hay que soportar, “Dios le da las batallas mas difíciles a sus mejores guerreros, me siento un bendecido por poder soportar estos trances que me ha tocado vivir y le pido de todo corazón a Dios que ya me conceda paz igual que a todos nosotros en nuestro querido Delicias”.

Aprovecho par enviar otro mensaje: “que la gente buena nos demos cuenta realmente de quién es quién, que valoren todo el trabajo que desempeño, que no pertenezco a ningún grupo, que soy una persona trabajadora igual que cualquiera, que por favor ya no estén buscando lo que no es, que no se dejen influenciar por malas personas”.

“A Carlos Cuevas lo pueden localizar desde las cuatro y media de la mañana a once de la noche siempre trabajando, de frente y honradamente, no tengo ningún pendiente cualquiera me puede encontrar en mis zonas de trabajo”, recalcó.

“Esta Navidad será diferente, más bonita y bendecida con una segunda oportunidad de vivir, somos más los buenos, con la bendición de Dios todo va estar bien”.

El primer secuestro

La familia fue levantada durante la madrugada del martes en su domicilio ubicado en la calle 4ª y avenida 2ª del sector Sur de la localidad, según indicó el director de la Agencia Estatal de Investigaciones, Hugo Mendoza.

A eso de las seis de la mañana del mismo martes 17 de diciembre, se encontraban en el lugar elementos de Seguridad Pública, policías estatales y agentes del ministerio público levantando evidencias que pudieran colaborar con el paradero de la familia.

Las investigaciones fueron encabezadas por la Guardia Nacional en Coordinación con la Agencia Estatal y la Comisión Estatal de Seguridad; la búsqueda fue por aire y tierra sin que se lograra recuperar a las personas ese mismo día.

Cerca de las tres de la tarde empezó a circular la información de que en el municipio de Satevó, autoridades habían encontrado el cuerpo de un hombre sin vida, a la orilla de la carretera; el vocero de la Fiscalía General del Estado, Eduardo Esparza, negó rotundamente que se tratara de él.

Trascendió que durante la noche del martes la familia del empresario deliciense fue puesta en libertad; sin embargo, aún se desconocía el paradero del empresario y no fue hasta el miércoles 18 cuando se dio a conocer sobre la liberación oficial por parte de las autoridades.

“Muy agradecido con todos ustedes por su solidaridad y apoyo en estos momentos difíciles, gracias a Dios terminó la pesadilla y toda mi familia esta completa”, publicó el viernes 20 de diciembre en redes sociales Carlos Cuevas Acosta, hijo del empresario Carlos Cuevas Abundis, quien agradeció una segunda oportunidad de seguir vivo.

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