Estado

Retuvieron a viuda y golpearon a hijos

Agentes detenidos por el homicidio de exministerial intentaron obligar a la familia a firmar para deslindarlos

Staff/
El Diario de Juárez

sábado, 20 abril 2019 | 06:00

Chihuahua— Jenny Prieto, la viuda de Leopoldo Eduardo Soto Cortez, exministerial asesinado, así como sus hijos, quienes estaban presentes al momento del arresto la madrugada del jueves, narraron en entrevista con El Diario cómo desde el momento en que los policías municipales sometieron a Leopoldo y a ellos en su domicilio, fueron testigos de que le reventaron la tráquea, la cual le forzaron con un bastón retráctil en lo que calificaron como un desmedido abuso policial. 

El día de ayer el cuerpo de Leopoldo fue velado en la funeraria Miranda. Aún en el féretro se apreciaban los moretones en el rostro, sobre todo en la frente. La mayor parte de su familia, incluso su madre, llegaron desde el estado de Sinaloa, a donde será llevado para ser sepultado. 

A pesar de las declaraciones confusas que se han dado de manera oficial y el manejo opaco que se ha tenido del caso incluso para su propia familia, para ellos el momento de la detención fue crucial en el caso pues resultó casi evidente que el sometimiento, como luego reveló la autopsia, fue la causa de su deceso. Uno de sus hijos fue testigo de cómo su padre fue golpeado hasta el punto de la convulsión.  

“Se le escuchaba donde no podía respirar, se escuchaba ronco, y yo les pedí que lo sacaran bien porque lo estaban matando. Cuando lo sacaron le empezaron a pegar, cuando le pegaron un puñetazo y cayó de bruces, tenía las esposas cuando cayó de cara, me asusté más. Estaba como si quisiera convulsionarse y ya no podía respirar. Entonces mi mamá les empezó a pegar y cuando agarraron a los dos me dijeron ven y me empezaron a decir ‘culo’ y no sé qué. Y me agarró del cuello, me agarró de aquí (cuello), me esposaron y me pegaron aquí (en el estómago) y me dijeron que no la estuviera cagando”, narró el hijo sobre el arresto. 

Por su parte Jenny, la ahora viuda, platicó como además de la brutal golpiza, ella misma fue arrestada retenida en la comandancia e incomunicada durante 17 horas sin que se le diera explicación alguna sobre lo ocurrido, o el estado de su marido. 

La serie de incidentes que derivaron en la muerte de Leopoldo Soto comenzó alrededor de 1:30 de la madrugada en el bar La Bomba, donde iniciaron con un conflicto por el que decidieron regresar a su casa por separado, ella en el automóvil particular y él en taxi. 

“La Municipal nos dijo 'váyanse separados ustedes. ¿De quién es el carro?', nos preguntó, yo le dije que era mi regalo de aniversario. Mi esposo (Leopoldo) me dijo, llévatelo tú. Yo llevé el carro a la casa de mi hermana y él se fue en un taxi, luego, de la casa de mi hermana, me fui en Uber”, comentó. 

Sin embargo al llegar al domicilio pidió la asistencia de un policía municipal, que coincidentemente era un primo de ella quien la acompañó a la casa debido a que su marido se encontraba enojado por el pleito anterior. La unidad llegó con las sirenas encendidas y se bajaron ambos, pero también los alcanzó otra unidad de policía, que, dijo, tripulaba un comandante. 

“Yo no sé de dónde llegó otra unidad, uno que le decían comandante le dijo: “Te voy a llevar hijo de tu pinche madre”, y él (Leopoldo) le contestó ¿Por qué me vas a llevar? A ver sácame, estoy en mi casa no me puedes llevar, yo ya me quiero dormir y yo le dije, sí ya acuéstate viejito, mi amor, le dije”, recordó. 

Posteriormente ambos entraron al domicilio pero el exministerial comenzó a preguntar por el paradero del carro, preocupado porque fueran a robarlo, sin embargo inició otra pelea, por la que también se despertó uno de sus hijos, para evitar otra confrontación Jenny se salió de la casa y su esposo cerró la puerta. 

“Le dije a mi hijo 'bonita chingadera, ya nos dejó afuera, ya no vamos a entrar hasta que se duerma si no va a seguir la alegata'. Él me dijo 'ahí viene una patrulla', pero pensamos que nos habíamos confundido. Pero cuando íbamos a entrar al portón sí vimos que era una Municipal, pero yo pensé que era otro compañero de mi primo. De mi casa para afuera no se distinguía porque estaba la luz apagada, pero yo nunca vi que eran otros municipales. Ellos con una varilla querían abrir la puerta para sacarlo. Yo les dije: 'oiga me va a destruir la puerta' y ya metí la mano cuando vencieron la puerta de spring y prendí la luz y pregunté: '¿viejo, dónde estás?' Y caminé al cuarto de los niños cuando yo no vi de dónde llegaron tantas unidades. Me aventaron a la mesa y les dije que se calmaran (a los policías) pero entraron gritando: 'te voy a llevar hijo de tu pinche madre, ahora si ya estuvo'”, narró. 

Luego de esto entraron más de diez oficiales los cuales sometieron primero a Leopoldo y posteriormente atacaron a los menores, arrebatándoles los celulares con los que pretendían grabar la detención. 

“Se subieron a las camas, yo estaba cargando mi celular y lo empezaron a pistar, a mi hermano le quitaron el suyo y lo patearon”, por lo que mostraron los celulares con cuarteaduras. 

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