Estado

Lo mataron frente a nosotros: familiares

Municipales involucrados en homicidio de exministerial intentaron obligar a la viuda a firmar para deslindarlos

El Diario de Chihuahua

sábado, 20 abril 2019 | 07:43

Especial/ El Diario

Chihuahua.- “A él lo ahogaron con un bastón, lo jalaron hacia atrás hasta que ya no podía respirar”, dijeron familiares de Leopoldo Eduardo Soto Cortez, exministerial que fue asesinado cuando policías intentaron someterlo la madrugada del pasado jueves y que llegó ya sin vida a la Comandancia Sur.

Jenny Prieto, viuda de la víctima, confirmó la versión y dijo que estuvo presente junto con sus hijos al momento del arresto cuando los policías municipales sometieron a su esposo en su domicilio.

Afirmaron que los agentes forzaron la garganta de Leopoldo con un bastón policiaco al momento en que intentaron levantarlo por el cuello, asimismo, mencionaron que ejercieron presión con tanta fuerza sobre su brazo derecho que le sacaron la clavícula, en lo que calificaron como un “desmedido abuso policial”.

A pesar de las declaraciones confusas que se han dado de manera oficial y el manejo opaco que se ha tenido del caso incluso para su propia familia, para ellos el momento de la detención fue crucial en el caso pues resultó casi evidente que el sometimiento, como luego reveló la autopsia, fue la causa de su deceso, uno de sus hijos fue testigo de cómo su padre fue golpeado hasta el punto de la convulsión.

“Se le escuchaba donde no podía respirar, se escuchaba (siseo) ronco, y yo les pedí que lo sacaran bien porque lo estaban matando. Cuando lo sacaron le empezaron a pegar, cuando le pegaron un puñetazo y cayó de bruces -tenía las esposas cuando cayó de cara-, me asusté más.

Estaba como si quisiera convulsionarse y ya no podía respirar. Entonces mi mamá les empezó a pegar y cuando agarraron a los dos me dijeron ven y me empezaron a decir “culo” y no sé qué y uno me agarró del cuello, me agarró de aquí (cuello) me esposaron y me pegaron aquí (en el estómago) y me dijeron que no la estuviera cagando”, narró el hijo sobre el arresto.

Por su parte Jenny, la ahora viuda, platicó como además de la brutal golpiza, ella misma fue arrestada retenida en la comandancia e incomunicada durante más de 14 horas sin que se le diera explicación alguna sobre lo ocurrido, o el estado de su marido pues nunca le dijeron que había perecido, a pesar de las súplicas para que le otorgaran su derecho a una llamada.

La serie de incidentes que derivaron en la muerte de Leopoldo Soto iniciaron alrededor de una y media de la madrugada del jueves en el Bar la Bomba, donde comenzaron con una pelea, por lo que decidieron regresar a su casa por separado; ella en el automóvil particular y él en un taxi.

Sin embargo, al llegar al domicilio pidió la asistencia de un policía municipal, que coincidentemente era un primo de ella quien la acompañó a la casa debido a que su marido se encontraba enojado por el pleito anterior.

La unidad llegó con las sirenas encendidas y se bajaron ambos, pero también los alcanzó otra unidad de policía, que, dijo, tripulaba un comandante.

“Yo no sé de dónde llegó otra unidad, uno que le decían comandante le dijo: “Te voy a llevar hijo de tu pinche madre”, y él (Leopoldo) le contestó ¿Por qué me vas a llevar? A ver sácame, estoy en mi casa no me puedes llevar, le contestó y le dijo al final: yo ya me quiero dormir, yo le dije: sí ya acuéstate viejito, mi amor, le dije”, recordó. Posteriormente ambos entraron al domicilio; sin embargo, el exministerial comenzó a preguntar por el paradero del carro, preocupado por que no fueran a robarlo por lo que inició otra pelea, por la que también se despertó uno de sus hijos; para evitar otra confrontación Jenny se salió de la casa junto al menor, momento en que su esposo cerró la puerta.

“Le dije a mi hijo bonita chingadera, ya nos dejó afuera, ya no vamos a entrar hasta que se duerma si no va a seguir la alegata. Él me dijo “ahí viene una patrulla, pero pensamos que nos habíamos confundido. Pero cuando íbamos a entrar al portón sí vimos que era una Municipal, pero yo pensé que era otro compañero de mi primo.

De mi casa para afuera no se distinguía porque estaba la luz apagada, pero yo nunca vi que eran otros municipales. Ellos con una barilla querían abrir la puerta para sacarlo. Yo les dije: “oiga me va a destruir la puerta” y ya metí la mano cuando vencieron la puerta de spring y prendí la luz y pregunté: ¿viejo dónde estás? Y caminé al cuarto de los niños, cuando de repente, yo no vi de dónde llegaron tantas unidades. Me aventaron a la mesa y les dije que se calmaran (a los policías) pero entraron gritando: te voy a llevar hijo de tu pinche madre, ahora si ya estuvo”, narró.

Luego de esto entraron más de diez oficiales, algunos de ellos se referían a dos de ellos como comandantes, e incluso hasta un sargento, afirmaron, y agregó que los policías sometieron primero a Leopoldo y posteriormente atacaron a los menores, arrebatándoles los celulares con los que pretendían grabar la detención.

“Se subieron a las camas, yo estaba cargando mi celular y lo empezaron a pisar; a mi hermano le quitaron el suyo y lo patearon”, dijeron los familiares del exministerial asesinado al tiempo que mostraron los celulares con daños.

Tras la detención los menores se quedaron en la casa, mientras que a Jenny la subieron a la unidad. Según explicó ella sólo llamó en una ocasión, casi a las cinco de la mañana, no sabe por qué llegó la unidad de policía.

“El comandante a mí me agarró y me dijo a ti también te vamos a llevar para que ya no hagas más escándalo, conmigo se subió el comandante que fue el que le luxó el brazo a mi esposo. Cuando yo llegué a la comandancia eran las 5 en punto de la mañana.

Pasé por un lado de la patrulla y lo vi a él (Leopoldo) todavía esposado y boca abajo, pero no se movía ni nada. Poniéndome a mí el candado, entra un municipal corriendo buscando al doctor. Y sale él con el maletín. Yo nunca vi ni escuché la ambulancia, y cuando me dijeron que ya había llegado la ambulancia, pues era el Semefo.

“Yo gritaba: déjenme salir con él, no le hace que esposada, nada más lo quiero ver. Les dije que tenía derecho a una llamada, pero no me dejaron hacer nada. Me fotografiaron a la fuerza, me trataron mal porque no me dejaba retratar. Me dijeron que la llamada era en previas y sólo me decían que ahorita, ahorita.

Me chantajearon para que me dejara fotografiar porque me dijeron que iba a ver a mi esposo, pero no fue así. Luego llegó un licenciado a leerme mis derechos, pero tampoco me dijo porque estaba ahí, fírmame aquí, pero yo le jale la hoja de los derechos y atrás estaba el reporte de lo que pasó, pero yo me negué a firmar ese reporte.

Pensé: estos quieren que firme para tener mi firma y quitarse ellos la culpa, no firmé y me dijo: pues a chingar tu madre ahí te vas a quedar”.

Jenny estuvo desde las 5 de la madrugada hasta las 7 y media de la tarde, cuando se le quiso fincar cargos de violencia intrafamiliar, que era lo que querían hacer los municipales, según dijo, con el fin de encubrir el crimen.

“Desde la celda se escuchaba como decían, vamos a arreglar esto, a esta pinche vieja la vamos a chingar por violencia intrafamiliar a ella, vamos a arreglar esto”.

Asimismo, la mujer dijo que los moretones que tenía ella fueron ocasionados por los policías y no por su marido, quien dijo, no la golpeó, mientras que sus hijos, asegura, también fueron agredidos durante el sometimiento y presentan lesiones leves en el cuello y otras partes del cuerpo.

Por lo anterior la familia indicó que buscan se aplique todo el peso de la ley a los involucrados y solicitaron que se investigue a todos los que estuvieron en el lugar, para que el delito no quede impune, pues aunque no saben los nombres de los involucrados, afirmaron tanto ella como sus hijos que pueden identificarlos por sus rostros. Asimismo afirmaron que los gastos funerarios fueron absorbidos por la Dirección de la Policía Municipal, no obstante buscarán proceder legalmente con el fin de que se les otorgue la indemnización correspondiente puesto que Leopoldo, quien se desempeñaba como abogado, era el único soporte de la familia. El día de ayer el cuerpo de Leopoldo fue velado en la funeraria Miranda, ubicada en la calle 15ª de la colonia Villa Juárez.

Aún en el féretro se apreciaban los moretones en el rostro, sobre todo en la frente del cuerpo del exministerial. La mayor parte de su familia, incluso su madre, llegaron desde el estado de Sinaloa, a donde será llevado para darle sepultura.

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