Queda chihuahuense atrapado en Sudáfrica

Chihuahua.- Enrique Ruiz celebró ayer su cumpleaños número 33 lejos de su Chihuahua natal. Lo hizo encerrado en un hotel en Sudáfrica, país en el que lleva casi 40 días sin poder salir debido a la cancelación de vuelos por las medidas restrictivas de ese gobierno. 

Su vuelo más reciente está programado para el 01 de mayo, pero justo ayer el presidente del país, Cyril Ramaphosa, anunció la ampliación de la cuarentena otros 15 días más y con ello la posibilidad de que Enrique pierda ese nuevo itinerario para salir del continente africano.

La Embajada poco hace, “no les pido que me paguen los vuelos o lo que llevo hospedado, solo que gestionen el permiso para salir de aquí”, señaló en entrevista para El Diario vía telefónica desde su confinamiento. Incluso envió un mensaje por redes sociales a Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores de México, sin obtener aun respuesta.

Él es uno de los 18 mexicanos varados en ese país, en el que se reportan 75 fallecimientos por Covid-19 y casi 4 mil infectados confirmados. Además de no permitir los vuelos internacionales ni locales, el gobierno sudafricano impidió la venta de alimentos calientes y las personas deben comprar comida congelada para cocinar en casa. 

Llegó el 16 de marzo para pasar unos días de vacaciones. Su regreso estaba para el 29 de ese mismo mes pero dos días antes el gobierno sudafricano tomó las medidas de contingencia y a partir de entonces comenzaron los problemas para Enrique. 

Esa fue la primera cancelación de su vuelo. Luego compró otro más y le tocó la misma suerte. Adquirió un tercero y de nuevo le avisaron que no habría viaje. El cuarto vuelo está para el 01 de mayo pero sus esperanzas se han diluido con la extensión de la contingencia 15 días más. Lleva más de 50 mil pesos gastados con la posibilidad de rembolso, pero aun así sigue pagando hotel y alimentos. 

El chihuahuense se encuentra en el hotel Onomo Hotel Cape Town Inn on the square, en Ciudad del Cabo, segunda ciudad más poblada de Sudáfrica, después de Johannesburgo. Es famosa por su puerto y por sus vistas naturales. Hoy solo hay zonas completamente desoladas como sacadas de una película con tema apocalíptico.

El país se convirtió en un estado de sitio, con elementos del Ejército en las calles que obligan a las personas a estar encerradas, con la posibilidad de salir a lo indispensable. 

Las medidas han sido consideradas como muy extremas por parte de la oposición y varios líderes sudafricanos, sobre todo ante la imposibilidad del regreso de miles de habitantes de ese país y la salida de turistas. 

Enrique se mantiene atento a los anuncios oficiales y constantemente se comunica a la Embajada, que lo ha decepcionado porque no logran tramitar el permiso para dejar ese lugar. 

Hace varios días tuvo a su mamá internada en la ciudad de Chihuahua. Recibió el certificado médico y con ese documento presionó a las autoridades diplomáticas para acelerar su salida pero fue imposible. 

“Yo no estoy en contra de que Sudáfrica quiera tomar medidas muy extremas para prevenir el contagio y, si ellos quieren durar todo el año, está bien, pero ahí es donde el gobierno mexicano tiene que mover sus fichas porque esto es inhumano”, condena Enrique. 

Los primeros días conoció varios sitios de ese país pero luego con el confinamiento su rutina se limita a ir al gimnasio del hotel, desayunar, entretenerse en Netflix, en redes sociales, luego salir al supermercado a comprar comida y de regreso al encierro.

En el supermercado hace largas filas ya que solo pueden ingresar 20 personas a la vez, con la exigencia de estar 1.5 metros de retirado entre ellos. Los precios se elevaron considerablemente y la prohibición para la venta de comidas calientes ha sido una oportunidad para encarecer productos como ensaladas y fruta. 

Esa enmienda establece que puede venderse “cualquier producto alimenticio, incluidas las bebidas no alcohólicas pero excluyendo los alimentos cocinados calientes”. 

El ministro de Comercio e Industria, Ebrahim Patel, dio esa orden la semana pasada con el argumento de la posible infección ante la manipulación de alimentos, y mandó cerrar las secciones de comida caliente al establecerlos como un servicio no esencial. 

Por eso la compra de galletas, papitas, y otro tipo de productos similares, se ha incrementado entre los huéspedes del hotel donde se encuentra Enrique. 

Ahí mismo hay personas de varias partes del mundo, cuenta Enrique. Hay por lo menos 30 científicos de la Antártida, hay rusos, españoles, chinos, noruegos, japoneses y otro grupo más de India que no pueden irse hasta el 10 de junio, pues además de la restricción de Sudáfrica en su propio país no están ingresando vuelos del extranjero. 

Poco a poco algunos consiguieron salir, sobre todo de procedencia europea. Hay presión para que el gobierno autorice cuando menos una semana para poder abrir el tráfico aéreo y permitir traslados hacia el exterior y hacia el interior. 

El 09 de abril pasado Enrique publicó en sus redes sociales que esperaba llegar para el 23 de abril a Chihuahua y festejar su cumpleaños. Pero esa fecha la pasó junto a otras personas en el hotel en Sudáfrica, con una cena que el dueño del hotel ofreció. Mientras tanto sigue atento del celular para ver cuándo llega la indicación para poder partir rumbo a casa.