Da Michael B. Jordan doble golpe con 'Creed III'

Ciudad de México.- Si, por cómo enfrentan la vida, las personas llevarán sobrenombres a la manera de los boxeadores, Michael B. Jordan eligió el suyo. "Sería 'El Calculador'", responde, tras pensárselo un poco.

El actor, de 36 años, había tenido inquietud y ofertas para dar otro jab en su carrera y saltar a la dirección. Sin desesperarse, esperó al momento justo y aceptó con Creed III, universo fílmico boxístico que conoce a la perfección.

Al filme, que llega a salas mexicanas el próximo jueves, le preceden un par de películas de su marca, y seis de Rocky, saga de la que se desprendió. Con tanto detrás, ¿cómo innovar realmente en una historia de box?

Jordan filmó la nueva historia de Adonis Creed con cámaras IMAX. También puso su mirada, entre otras cosas, en las peleas sobre el ring, que aquí muestran ángulos inéditos y algo tan real como ignorado por el cine: la batalla mental dentro de los boxeadores.

"Las peleas son más que retos físicos. Quería mostrar cómo se están sintiendo en verdad los peleadores, sin palabras. Pienso que Creed III es una película cuatrilingüe: tiene inglés, español, lenguaje de señas y, me gusta decirlo, el idioma de las peleas dentro de un ring", explica Jordan en entrevista.

"Utilizamos lo que se llama un vacío, donde eliminamos todo lo demás y sólo están ellos dos (los combatientes). Creo que es importante. En el box tienes que enfrentar a tus demonios internos antes de lidiar con algo más frente a ti".

Para su debut en la silla del director, en el que tuvo que dar indicaciones, muchas veces, con el protector bucal y los guantes de su personaje, echó mano de consejos de viejos amigos, Ryan Coogler y Denzel Washington.

El primero fue el realizador de Creed y Creed II, además de Pantera Negra, donde aparece Jordan. El segundo lo tuvo a sus órdenes en el drama A Journal for Jordan. Pero quiso beber de más fuentes.

Amante de los animes, enriqueció su visión con títulos como Hajime No Ippo. Le interesaba no sólo cómo la animación cuenta las peleas, sino también la vida de los combatientes.

"Los animes son sobre familias, verdad, promesas, lazos. Hablan sobre el aislado, el rechazado, el distinto, el diferente y al que nadie más mira...", desliza.

Ese perfil de personaje, justamente, es uno de los focos de Creed III. Las primeras escenas mostrarán a Adonis Creed como campeón mundial indiscutido de los pesos pesados, pero también el comienzo de su retiro.

El rival inesperado que lo hará volver a ponerse los guantes se llama Damian Anderson (Jonathan Majors), un prodigio trunco del box. Ambos tienen historia en común: de chicos eran inseparables, hasta que Damian fue a prisión y alimentó su rencor.

"Creo que es el rival más personal que Adonis ha tenido. Es alguien que lo conoce bien, mejor que nadie, incluso las cosas que Adonis quiere olvidar. Es como sostener un espejo en Adonis. Es el más grande reto.

"Damian es el recordatorio de lo que pudo haber pasado. Adonis pudo acabar igual que Damian, pero la fe en la vida lo llevó a un camino distinto. Que se vuelvan a encontrar es el reflejo de todo el drama".

Con sabor a México

 Creed III huele a México.

"Quería un retrato real del boxeo. Desafortunadamente, creo que los peleadores mexicanos no han recibido las flores que se merecen, el reconocimiento, especialmente en las películas de box. México es box. Fue una oportunidad para incorporar otra cultura", dice Jordan.

Interpretándose a sí mismo, el campeón Saúl "Canelo" Álvarez aparece en una secuencia del filme saludando a Adonis.

Y el personaje principal del filme tiene a su cuidado a una nueva figura nacional, Félix Chávez (el peleador mexicoestadounidense José Benavidez Jr.)

"Quería utilizar un nombre que representara orgullo y legado", explica Jordan respecto a Chávez.

"José Benavidez es un increíble peleador, también su hermano, proviene de un gran pedigrí. Fuimos afortunados de tenerlo".