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El Paso

Van contra amenazas falsas en escuelas

Advierten política de cero tolerancia aunque quienes delincan sean menores de edad

Jaime Torres / El Diario de El Paso

viernes, 10 mayo 2024 | 06:00

Archivo | El incidente en Bel Air HS

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La amenaza falsa contra la comunidad estudiantil de Bel Air High School, adscrita al Distrito Escolar Independiente de Ysleta (YISD) el pasado martes, activó de nuevo la alerta policiaca de cero tolerancia a este tipo de delitos por lo que una vez más la Oficina del Fiscal del Condado de El Paso, lanzó la advertencia de ir contra los criminales, incluyendo personas que no tengan la mayoría de edad.

Y es que conforme se acerca el fin del ciclo escolar los diferentes planteles de la localidad son el blanco de bromas y amenazas como ocurrió en esta secundaria donde se logró el arresto de un estudiante como presunto sospechoso.

Al igual que en otros casos las autoridades policiacas fueron contundentes al afirmar que este tipo de intimidaciones se toman en serio sea o no verídico el aviso.

“Es muy importante saber que aunque sea una broma, no importa. Nosotros procesaremos el caso”, dijo Katy Ayala, de la Unidad Juvenil de la Fiscalía del Condado de El Paso.

Y apuntó que en este tipo de situaciones se tiene que trabajar rápido cuando se trata  de un menor que llega a los 16 años. 

“Eso significa que tienen menos tiempo para estar en libertad condicional y menos tiempo para trabajar en rehabilitación. Si un menor es detenido en un caso por este tipo de delitos, normalmente lo detienen y la audiencia que tiene es al día siguiente”, dijo.

Explicó que una falsa alarma se considera una amenaza terrorista y es un delito grave por lo que las amenazas no tienen que ser ciertas ni tienen que cumplirse. 

“La amenaza en sí misma constituye un delito”, resaltó tras apuntar que la Fiscalía del Condado toma medidas de inmediato en este tipo de casos.

Sin precisar cifras Ayala comentó que estas falsedades se han incrementado en los últimos meses pese a la advertencia constante a la población en general. 

Ysleta ISD dijo que la amenaza a la escuela secundaria Bel Air resultó ‘no ser creíble’ después de una investigación exhaustiva por parte de los cuerpos policiacos.

Esa mañana 7 de mayo la escuela secundaria, como marca el protocolo de seguridad, fue puesta bajo confinamiento (lockdown) por una “posible amenaza a la escuela”, informó un portavoz de YISD.

“Hoy temprano, la administración de Bel Air High School fue informada de una posible amenaza hacia la escuela. Al recibir esta información, tanto las autoridades como la seguridad de Ysleta ISD fueron notificadas de inmediato y llevaron a cabo una investigación exhaustiva”, dio a conocer el plantel educativo. 

Y expresó que tras su evaluación, se concluyó que la amenaza no se consideraba creíble. “Nuestros niños están seguros cuando están en nuestro campus y tomamos todas las precauciones para garantizar la seguridad de cada estudiante y miembro del personal”. 

“Siempre que ocurren este tipo de amenazas me da mucho miedo y pienso rápido en la angustia de mis padres”, dijo una estudiante de la institución, quien al igual que el resto de sus compañeros siguió la instrucción de sus maestros y se refugió en su salón de clase.

Como medida de precaución, Bel Air fue cerrada después de que se notificó a la administración de una posible amenaza hacia la escuela. Todos los estudiantes fueron asegurados en sus aulas y bajo la supervisión directa de un adulto”, dijo el portavoz.

A su vez el Departamento de Policía de El Paso fue notificado y en minutos arribaron decenas de agentes al lugar para atender la emergencia e investigar la situación. 

De acuerdo a los especialistas en leyes una amenaza escolar es cualquier declaración, acción o comportamiento que exprese la intención de dañar a estudiantes, profesores o personal de una escuela. Puede incluir mensajes escritos, declaraciones verbales, publicaciones en redes sociales, dibujos o actos físicos. 

Establece que la intención puede ser directa y específica, como nombrar a una persona o grupo en particular, o puede ser más general y vaga.

“Es importante señalar que incluso si la persona que hace la amenaza no tiene los medios o la intención de llevar a cabo el acto, sus acciones aún pueden considerarse delitos penales”, señaló Anaya. 

Apenas la semana pasada, el viernes 3 de mayo, tres planteles educativos, situados en Montana Vista, en el extremo Este de la ciudad, fueron evacuados por la presencia de un hombre armado en las cercanías de uno de los centros escolares.

La Policía dijo esa mañana que en ese episodio un estudiante sembró el pánico con una arma falsa, movilizando a decenas de elementos de las diversas corporaciones del Condado.

La rápida intervención logró la captura del sospechoso horas más tarde. Se trataba de un menor y fue remitido a la cárcel bajo cargos de “amenaza terrorista” por el Departamento del Sheriff (EPCSO), luego de que sus acciones provocaron el cierre de tres planteles en ese sector.

De acuerdo con EPCSO, cuatro menores de edad penal –con menos de 17 años– fueron detenidos inicialmente; de ellos, tres fueron liberados y al cuarto se le fincaron cargos, ya que se paseaba por las inmediaciones de Mountain View High School portando un arma falsa, lo cual provocó que se declarara confinamiento y posteriormente se evacuaran esa escuela y otras dos aledañas, todas pertenecientes al Distrito Escolar de Clint (Clint ISD).

Se dijo que la pistola que portaba el detenido –cuyo nombre se reserva por ser menor de edad penal en Texas– resultó ser una pistola de juguete pintada de negro.

Los funcionarios de Clint ISD inicialmente dijeron que fueron informados de una posible amenaza en el área de Montana Vista. Luego, los funcionarios de la ley local respondieron a una foto que parecía de una persona sosteniendo lo que parecía ser un arma, la cual circuló en redes sociales.

Mountain View High School, la East Montana Middle School y la escuela primaria Montana Vista fueron cerradas como medida de seguridad hasta que las autoridades despejaron los campus. Posteriormente los estudiantes salieron más temprano del horario habitual de clases.

Un video desde el interior del aula mostró a los agentes entrando a las aulas con armas en la mano y asegurándose de que no hubiera ninguna amenaza. Las emociones se volvieron tensas cuando los padres estaban preocupados por la seguridad de sus hijos.

Como suele ocurrir en este tipo de amenaza de violencia contra una comunidad escolar, provoca miedo y perturba el entorno de aprendizaje de los alumnos, pero también de los padres de familia al enterarse de la emergencia que viven sus hijos en las escuelas.

La principal angustia es no saber con exactitud lo que sucede ya que los cuerpos de seguridad entran en un estado de silencio mientras enfrentan la contingencia. Nadie habla hasta que se dé el primer reporte.

En el caso de lo registrado en Montana Vista decenas de padres tuvieron que esperar un largo tiempo afuera de la escuela sin que las autoridades les informaran de la situación… “Estamos asustados e impacientes porque no fluye la comunicación y no sabemos cómo están nuestros hijos”, dijo una madre desesperada que solicitaba que el superintendente de Clint ISD, Juan Martínez, tuviera la atención.

Estos dos últimos casos no son los primeros incidentes en el que estudiantes con armas falsas desatan el temor en las escuelas en la ciudad, en 2018, dos alumnos de Burges High School fueron detenidos por portar pistolas falsas y sembrar terror en el campus.

Empero, también se han reportado infinidad de amenazas de bomba falsas en las escuelas, lo cual se ha convertido en un problema para los distritos escolares y las corporaciones policiacas locales.

A comienzos del actual ciclo escolar, en agosto de 2023, las agencias policiales y los fiscales recordaron a los padres y estudiantes que las amenazas dirigidas a las escuelas de El Paso no serán toleradas, y que cada agencia tratará cada amenaza como si fuera real y responderá con importantes recursos para hacer frente a la amenaza.

En abril de 2023, y para mostrar la fuerza y la seriedad que adoptarán las agencias policiacas en cada una de las denuncias que reciban sobre amenazas terroristas en los planteles educativos, la Oficina de Campo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en El Paso, y otros socios policiales y fiscales, se unieron con el fin de concientizar a la comunidad y parar esta serie de actos criminales que se presentan a diario.

A decir de las autoridades, el alarmante incremento de llamadas recibidas en los puestos de emergencia en los últimos meses ha puesto a la Policía en estado de alerta por lo que con este tipo de acciones se confía en que disminuyan.

En 2022, se reportaron casi 6 mil amenazas escolares al FBI, lo que representa un aumento del 60 por ciento con respecto a 2021. En todo El Paso, las agencias policiales estaban desviando recursos para abordar un mínimo de tres amenazas por día de cada escuela en los distritos escolares de la Región 19.

“La colaboración y cooperación entre todos nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley es la clave para mantener a nuestros estudiantes seguros y prósperos en nuestra comunidad”, dijo el jefe de Policía del Distrito Escolar Independiente de El Paso, Manuel Chavira.

y agregó: “La familiaridad en nuestras comunicaciones y la coherencia en nuestras respuestas policiales garantizan la eficiencia y eficacia en todas las actividades operativas”.

Hacer una amenaza a una escuela puede resultar en diferentes cargos criminales dependiendo de la naturaleza y severidad de la amenaza, da conocer el bufete de abogados Varghese Summersett, especialista en este tipo de delitos, con sede en Fort Worth, Texas.

jtorres@diariousa.com

Un delito tipificado…

Según la Sección 22.07 del Código Penal de Texas, una persona comete un delito si amenaza con cometer cualquier delito de violencia contra cualquier persona o propiedad con la intención de:

1. Provocar una reacción de cualquier tipo por parte de un organismo oficial o voluntario organizado para hacer frente a emergencias;

2. Hacer temer a cualquier persona una lesión corporal grave e inminente;

3. Impedir o interrumpir la ocupación o el uso de un edificio, sala, lugar de reunión, lugar al que tenga acceso el público, lugar de empleo u ocupación, aeronave, automóvil u otro lugar público;

4. Provocar el deterioro o la interrupción de las comunicaciones públicas, el transporte público, el suministro público de agua, gas o electricidad u otro servicio público;

5. Hacer temer al público o a un grupo considerable del público por lesiones corporales graves; o

6. Influir en la conducta o actividades de una rama o agencia del Gobierno federal, del Estado o de una subdivisión política del Estado.

Señala que dependiendo de los hechos y circunstancias, hacer una amenaza contra una escuela o un estudiante puede ciertamente caer bajo este estatuto. 

La gravedad del delito y el castigo depende de la intención específica y el objetivo de la amenaza, que van desde un delito menor de Clase B a un delito grave de tercer grado. Sin embargo cuando la intimidación en línea o bromas cruzan la línea se convierten en una amenaza terrorista.

A través de la campaña local denominada ‘Detenga las amenazas en nuestras escuelas antes de que respondamos’, las fuerzas del orden pretenden concientizar tanto a alumnos como a padres de familia para contribuir a erradicar esta práctica.

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