Reemplaza EU tramos de alambrada en el río

Agentes de la Guardia Nacional de Texas trabajan en el reemplazo del cerco de púas que comenzaron a instalar hace diez meses sobre el bordo del río Grande, en la frontera de El Paso con Ciudad Juárez. 

Los alambres dañados por las lluvias o en los que ha crecido la hierba son reemplazados por un nuevo cerco cuya altura sobrepasa los 2 metros, frente a la calle Malecón (hacia el viaducto Díaz Ordaz), frente a la calle Oro. 

La instalación cuyo fin es inhibir el ingreso irregular de personas migrantes a Estados Unidos comenzó el 20 de diciembre de 2022, como parte de la Operación Estrella Solitaria (OLS, por sus siglas en inglés) del gobernador de Texas, Greg Abbott. 

De acuerdo con el Informe Binacional de Documentación de Abuso 2022-2023, de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, la militarización financiada por el estado de Texas ha generado “innumerables abusos contra los derechos humanos y civiles”, por lo que al igual que otras organizaciones estadounidenses desde su inicio se han manifestado en contra de su operación. 

Con hasta cuatro rollos de alambre, colocados uno sobre otro, los agentes texanos tratan de impedir que las personas migrantes puedan entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso, pese a ya haber cruzado el río internacional entre México y Estados Unidos, por lo que el “muro de púas” se encuentra desde el marcador fronterizo número 4, ubicado frente a la colonia Felipe Ángeles, hasta casi el marcador número 46, frente al Libramiento. 

Además de la barrera metálica, Abbott mantiene en la frontera unidades de la Guardia Nacional y la Policía estatal, y a los propios agentes militares con armas largas, por lo que para poder ingresar a Estados Unidos las familias migrantes tienen que abrirse paso entre los alambres con navajas, sin ser vistos por los militares, quienes algunas veces los obligan a regresar a México a gritos o pateando sobre su cuerpo los alambres.