Reprobado México en educación financiera

Los niveles de educación financiera en México son muy bajos, lo cual impacta en la calidad de vida de sus habitantes. 

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) del Inegi, solamente el 25 por ciento de la población adulta cuenta con algún tipo de educación financiera formal, se informó en un comunicado. 

El dato contrasta con los porcentajes observados en Europa, donde el mismo indicador en países escandinavos es de 71 por ciento. 

En este sentido, el estudio El impacto de las fintech en la educación financiera, elaborado por Trendsity, señala que México fue el país peor evaluado en este indicador en comparación con Brasil, Chile, Argentina y Colombia. 

“La educación financiera trae consigo el potencial de hacer que un país alcance, o no, sus fronteras óptimas de posibilidades, tanto de producción como de inversión. Al final del día, la forma en que una población decide cómo asignar sus recursos repercute en sus objetivos a largo plazo. No se puede ahorrar o invertir sin una administración clara y sólida, cuando se tiene que vivir al día”, apuntó Nick Grassi, Co-CEO de Finerio Connect, startup mexicana de finanzas integradas.

Según registros de la misma ENIF, sólo 40 por ciento de los mexicanos registran adecuadamente sus ingresos y gastos, con un presupuesto claro, pensado tanto para el futuro inmediato como para el largo plazo. 

Más información se traduce en mejores decisiones

De acuerdo con Nick Grassi, el primer paso para generar una mayor educación financiera es la inclusión. 

En ese sentido, explicó que el modelo de Open Banking, o banca abierta, busca la articulación digital de redes de información pública de entidades financieras, a nivel de transacciones y de forma agregada, para que pueda ser compartida con el fin de empoderar al usuario. 

Según cifras del estudio Open Banking en México: diagnóstico y tendencias, elaborado por Finerio Connect, el 68 por ciento de los ejecutivos consultados consideraron que este tipo de banca abierta impulsará la personalización de productos y servicios para el cliente y el 72 por ciento cree que fomentará el desarrollo de mejores servicios digitales. 

“El Open Banking puede impulsar la educación financiera en México a través de la democratización de la banca e inclusión a servicios integrados. Este modelo permite que los usuarios puedan concentrar en un solo sistema toda su información financiera: sus cuentas bancarias, ahorros, tarjetas de crédito, créditos hipotecarios y de otros tipos, aunque estos no sean de la misma entidad financiera”, dijo Grassi.

“Esto permite que los clientes puedan conocer su situación financiera con mayor transparencia y detalle y que, con base en esta información, puedan tomar mejores decisiones. La banca abierta brinda la posibilidad de que los usuarios finales reciban recomendaciones para liquidar sus deudas de una manera más transparente, consigan mayores rendimientos en sus inversiones o ahorros y conozcan cómo pagar menos comisiones en productos y servicios financieros”, añadió. 

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