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Cultura

Vuelve Ortuño a la literatura juvenil

En su nuevo libro crea un universo con evocaciones medievales, entre caballeros y antiheroína

Rebeca Pérez Vega
Agencia Reforma

jueves, 28 octubre 2021 | 17:18

Cortesía

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Ciudad de México— Escribir siempre es un reto, pero hacerlo para los más jóvenes implica otros desafíos, porque hay que crear historias sin complacencias, ser riguroso y apelar siempre a la inteligencia del lector.

Lo sabe Antonio Ortuño (Zapopan, 1976), quien irrumpe en mundos imaginarios en su regreso a la literatura para públicos juveniles con Matarratas (Océano), un libro para que el crea un universo con evocaciones medievales, entre caballeros y antiheroína, para abordar con insolencia temas como las relaciones de poder, la violencia y la migración, constantes en su obra literaria. 

"Los libros para lectores jóvenes no se tienen que escribir con condescendencia. Lo que creo que, en todo caso, instiga a la literatura juvenil es que uno tiene que tratar de volver a esos lectores jóvenes, convencerlos, porque son muy rigurosos y exigentes; en el momento en el que se aburren dejan el libro", asegura el escritor.

Matarratas es el cuarto título de literatura juvenil de Ortuño, tras Blackboy, El rastro y El ojo de vidrio, pero, a diferencia de sus antecesores, ahora decidió sumergirse en escenarios relacionados a la literatura de la imaginación, como un ejercicio de divertimento.

"Inevitablemente un mundo fantástico imaginado por mí iba a tener muchos de los elementos que están presentes en mi visión y en mi literatura, como la insolencia ante el poder, la lucha del individuo contra la colectividad y, desde luego, la migración, la violencia social, pero desde un punto de vista descreído, escéptico, porque es mi manera de ver al mundo, pero todo esto contextualizado en una novela de acción y de imaginación", describe el autor, quien este año ha lanzado también el libro de cuentos Esbirros (Páginas de Espuma) y otro título infantil, Los viajes de Laika (Océano), con ilustraciones de Jonathan Farr, que presentarán, junto a Matarratas, en la próxima Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Matarratas es una joven sicaria, una antiheroína que debe enfrentarse a todos para sobrevivir. En ese escenario, poco idílico y oscuro, la chica aceptará un trabajo complicado en el que conocerá a personajes inusuales con capacidades extraordinarias, pero también se dará cuenta de que ser una asesina a sueldo es más complicado y peligroso de lo que parece cuando se involucra la clase gobernante y los ricos de la ciudad.

Aunque esta historia rondó por su cabeza durante muchos años, incluso desde su adolescencia, cuando era un ávido lector de cómics y literatura de aventuras, fue posible hasta ahora. En los meses de pandemia, su agenda para acudir a festivales y ferias del libro se cancelaron, los días quedaron vacíos y las historias empezaron a emerger.

"Me quedé un poco con una mano sobre la otra, pensando en qué hacer, y desde luego que para muchos colegas no fue nada fácil escribir en estas circunstancias, pero yo me habitué y decidí sacar una idea viejísima que había tenido de escribir una novela cuando era adolescente".

La obra de Ortuño, quien ha ganado reconocimientos como el Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero y el Premio de Cuento Hispanoamericano Nellie Campobello, ha sido traducida a una treintena de idiomas.

"A un lector joven no le importa el prestigio de un autor, o si está de moda: Si el libro le aburre, lo bota. Su compromiso con el texto es mucho más que con el autor, entonces para mí la idea era hacer una novela de aventuras, de acción con esta antiheroína que pelea prácticamente contra todo el mundo para sobrevivir, escapando a este asunto de los reyes, los nobles, las princesas, que siempre asociamos un poco con este tipo de literatura, con personajes que son sirvientes, gente de clase paupérrima, gente trabajadora, muy alejado de héroes nobles predestinados, esta es la intención básica", señala.

Agridulce itinerario

Durante casi año y medio, Ortuño no tomó aviones, ni viajó. Tomó la pandemia muy en serio y decidió utilizar el aislamiento para escribir. Aunque Matarratas, Esbirros y Los viajes de Laika debían lanzarse entre 2020 y 2021, los tres títulos se juntaron y se han publicado en estos meses, con poco tiempo de distancia.

Apenas hace unas semanas el autor, quien también ha sido editor de periódicos y habitual columnista en distintos medios, decidió retomar su itinerario de viajes. El plan original era visitar varios países de Europa.

La travesía empezó en Madrid y Barcelona, donde pudo reencontrarse con sus lectores y con varios escritores, pero decidió cancelar la gira pues su hermano, el poeta Ángel Ortuño, falleció el 24 de septiembre pasado, y no había manera de continuar. 

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