Una lección del Covid-19, algunos pacientes gravemente enfermos pueden ser atendidos en casa

Joan Murray había estado en casa con Covid-19 durante una semana cuando empezó a tener problemas. Tenía una fiebre que llegó a los 103 grados y escalofríos que recorrían su espina dorsal. Sus niveles de oxígeno estaban descendiendo y la presión en su pecho se sentía “como si alguien me hubiera amarrado los pulmones con una cuerda”.

Sin embargo, esta enfermera registrada de 77 años, quien está retirada y que vive sola en Westbury, N.Y., se mantuvo firme al querer luchar contra la enfermedad en casa.

“Como enfermera sé demasiado y el último lugar en donde quería estar era en un hospital”.

Por lo que, el hospital vino a ella.

Northwell Health, que ha atendido a miles de pacientes de coronavirus en su red de instalaciones en el estado de Nueva York, envió una encargada de enfermería a la casa de Murray en el mes de mayo.

Cubierta de pies a cabeza --- con bata, guantes, mascarilla, protector facial y botas desechables --- pasó casi ocho horas haciendo una evaluación.

Murray estaba deshidratada y necesitaba oxígeno adicional. En unas horas, fue conectada a un tubo intravenoso colocado en su recámara para reponer sus fluidos.

Un feblotomista que usaba una mascarilla N95 le sacó sangre, le enviaron una máquina de oxígeno a su domicilio y a Murray le prescribieron un poderoso adelgazador de sangre para impedir coágulos.

En el transcurso de la siguiente semana, enfermeras la visitaban todos los días y un médico de atención crítica de Northwell y especialista en pulmones, la Dra. Gita Lisker, hablaba diariamente con Murray.

Este modelo podría ayudar a aliviar los sistemas de salud en California y otras partes de Estados Unidos en donde el creciente número de casos están presionando mucho a los hospitales, unidades de cuidados intensivos y a la falta de enfermeras y suministros médicos.