Opinión

La hipocresía política del PAN

'Los coordinadores de los grupos parlamentarios no podrán presidir la MDC y en ningún caso la Presidencia recaerá en el mismo año legislativo', dice la ley

Gerardo Cortinas Murra
Analista

lunes, 09 septiembre 2019 | 06:00

El Artículo 61 de la Constitución establece, de manera expresa, que la Presidencia de la Mesa Directiva del Congreso (MDC) “se ejercerá de manera alternada entre los integrantes de los grupos parlamentarios, considerando de manera prioritaria, a los diputados representantes de los partidos políticos que constituyan la primera y segunda fuerza política”.

Esta ‘rotación’ legislativa se complementa con las siguientes prohibiciones constitucionales: “Los coordinadores de los grupos parlamentarios no podrán presidir la MDC y en ningún caso la Presidencia recaerá en el mismo año legislativo, en un diputado que pertenezca al grupo parlamentario que presida la Junta de Coordinación Política (Jucopo)”.

Asimismo, se incrustó en el texto constitucional una condicionante procedimental: Que la MDC fuera aprobada –dentro de los diez días previos al inicio de cada año legislativo– por el voto de las dos terceras partes de los diputados presentes.

Yo me pregunto: ¿se requiere que el Pleno avale el nombramiento del Presidente de la MDC? ¿Acaso no es más que suficiente que el grupo parlamentario diera a conocer a la Jucopo, cuál de sus integrantes sería el Presidente de la MDC? 

Por desgracia, a los diputados panistas –viles peones de ‘El Inútil’ de Corral– no les importó violar la Constitución –mediante fraudulentas negociaciones y el incumplimiento de acuerdos parlamentarios– con tal de impedir que Morena asumiera la presidencia de la MDC. 

Resulta increíble que después de tantas negociaciones de los diputados panistas con el ‘vulgar ladrón’, para lograr la rotación de la presidencia de la MDC; ahora que son mayoría legislativa, le nieguen el derecho a Morena de disfrutar esta conquista política panista.

Recordemos que en la antepasada Legislatura los diputados panistas avalaron que los coordinadores de los grupos parlamentarios (Rodrigo de la Rosa y César Jáuregui) fueran integrantes -al mismo tiempo- de la MDC y la Jucopo.

En esta ocasión, Fernando Álvarez nos demuestra que la falta de principios no es exclusiva de los militantes del PRI. Y que en el actual sexenio, incumplir los compromisos es la regla a seguir de los actuales funcionarios panistas; y más, cuando se trata de una venganza política. Como en el caso de los diputados morenos, por no apoyar las propuestas legislativas del Gobernador represor.

Analistas políticos coinciden en que es “evidente la incapacidad de operación política” de los diputados morenos… “Los traspiés y yerros –por ignorancia o malicia– de Morena y liderazgos suyos en el Congreso, enseñan los riesgos cuando la mediocridad toma el Legislativo”.

Porque muchos candidatos surgidos de la tómbola morena “y dirigentes veteranos ensoberbecidos por las urnas, impulsan revancha y la obligación de los derrotados de acatar el estándar impuesto, a riesgo de la credibilidad de su proyecto y de profundizar la desconfianza. En definitiva, un peligro para el mismo Gobierno”.

Al negarle el derecho a Morena de designar al Presidente de la MDC, durante el segundo año legislativo, queda en evidencia que los diputados que avalaron el nombramiento de René Frías actuaron “como hordas para cimentar el poder de un grupo político. Y de creer que la democracia designa lo que está en la media de la mayoría…” sin importarles el respeto a los principios fundamentales. 

En efecto, violando el principio constitucional de la pluralidad política, al anular la rotación anual de la MDC, los diputados panistas y sus aliados lograron impedir que Morena asumiera la Presidencia de la MDC. Volviendo, de manera impúdica “a los tiempos de la ‘aplanadora’ de las mayorías y la simulación de los gobiernos priistas”. 

Así las cosas, por mayoría de razón, resulta aplicable al PAN el regaño de López Obrador a sus diputados federales: “El que no tiene principios, el que no tiene ideales, el que es un ambicioso vulgar, no debe de dedicarse al noble oficio de la política, se debe de ir al carajo… Es de aplicación universal”.

Notas de Interés

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