Opinión

Un mísero objetivo montado en acoso sexual

El pleito por el control de la delegación estatal del ISSSTE está exhibiendo lo más bajo de la naturaleza humana

LA COLUMNA
de El Diario

lunes, 14 enero 2019 | 21:57

• Un mísero objetivo montado en acoso sexual

• Recuperan retenes tras el gane de estatales

• Mi general Acosta hizo el desayuno del adiós

• La Auditoría en Bachilleres por extraordinarios

El pleito por el control de la delegación estatal del ISSSTE está exhibiendo lo más bajo de la naturaleza humana. Ha sido colocado en medio de la sórdida confrontación un tema harto sensible como es el acoso sexual; delicado particularmente para las familias del acusado y supuesta víctima cuyos apellidos y honras son botadas como pelotas de ping pong por intereses meramente lucrativos y de poder político.

En un frente de guerra han sido apostados el exgobernador priista José Reyes Baeza, el representante del Gobierno federal en el estado, Juan Carlos Loera, y varias agrupaciones feministas que fueron sorprendidas con el nombramiento del expriista Jorge Esteban Sandoval Ochoa como delegado del ISSSTE en el estado.

Ninguno de ellos esperaba semejante designación, o mejor dicho, todos ellos esperaban quedarse bajo el control de la posición. Así le sacaron al nuevo funcionario federal una denuncia por acoso sexual de su anterior paso por el mismo cargo que legalmente no encontró mayor consecuencia. Facilitos estos temas para el morbo y el escándalo mediático.

Fuera de todo ese manipuleo francamente desagradable, Sandoval obtuvo la posición gracias a que dejó el PRI (donde fue dirigente estatal, diputado etc.) y se afilió a los intereses de Morena con Andrés Manuel López Obrador, su compadre Heladio Ramírez Jr., y particularmente con su amigote del alma el jefe de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, a la vez amigo casi entrañable del presidente de la República.

Es tan fuerte el nombre de Jorge Esteban en la entidad que el objetivo de sus opositores internos es desplazarlo por una mayor razón que no parece estar en el ánimo del delegado: la gubernatura en el 2021, para la que sí está anotado con posibilidades cada vez más remotas Loera (que por cierto ayer armó comida de buenos cortes en el Quintal de la ciudad de Chihuahua) y a la que desea regresar Reyes Baeza con su equipo y con todo el amor de su corazón.

Eso es todo. Eso subyace en el fondo de una campaña a la que ha sido puesto el sello de ‘acoso sexual’.

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Nuestras fuentes vigías de las carreteras nos han enviado nuevas imágenes que gustosos compartimos con nuestros lectores en la versión digital de El Diario. 

En pasada entrega publicamos fotos de patrullas y agentes de la Comisión Estatal de Seguridad ocupando retenes que antes y ahora esporádicamente son utilizados por la Policía Federal. Titulamos esa vez, el 10 de enero: ‘Hacen gane con retenes tras limpia de Aztecas’.

Tres retenes mantuvieron instalados los policías al mando de Óscar Aparicio Avendaño durante no sabemos cuánto tiempo en la carretera Juárez-Chihuahua, pero sí quedó establecido que fue posterior a que las propias áreas de inteligencia de la Policía Federal quitaron de encima a los “objetivos prioritarios” Aztecas que mantuvieron acuartelados a los elementos del estado durante año y medio. Fueron ejecutados más de 70 policías, la mayoría de ellos estatales.

Es conocida la mala fama policiaca y hasta militar en retenes: corrupción, abusos, extorsiones... de todo.

En la nuevas fotografías recibidas ya no aparecen los policías de las “fuerzas estatales” en los retenes, ni en el 30, ni en el 60, ni en el 300. Tenían ocupada incluso la instalación federal de la exgarita en el primero de estos puntos. 

Ya no están ahí, casualmente tras la publicación de la edición del 10 de enero de La Columna. Esto significa que fueron “puntos de revisión” irregulares sin acuerdo alguno con las autoridades federales y menos de cualquier consideración informativa y de ninguna índole para la ciudadanía.

Es evidente que los agentes de la CES trataron o alcanzaron algo de su agosto en temporada navideña, cuando decenas de miles de paisanos vienen al país a visitar a sus familias y no dudan en soltar los 100 o los 200 dólares por cualquier ‘detalle’ que pudiera significar equis infracción.

Por fortuna fueron retirados aunque haya sido después de concluidas las vacaciones. Significaban y significan más una amenaza que sentido de protección.

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Posiblemente para no evitar presentes y futuras habladurías pero ayer el jefe de la Quinta Zona Militar, Ricardo Fernández Acosta, nomás abrió la puerta de una encerrona entre magnates, saludó a distancia, se retiró y se dispuso a desayunar sólo con un asistente, también militar.

Fue curioso el episodio. Se registró en el restaurante La Casona, de la ciudad de Chihuahua. Nos platican que ahí desayunan en un privado cuando menos cada lunes de cada semana algunos de los apellidos económicamente más descollantes de la ciudad y del estado, Elías, Mares, Terrazas, Vallina, etc.

El general Fernández se hizo amigo de todos ellos ya sea por asuntos de seguridad y hasta por algunas actividades de caza comunes, pero esta vez los saludó de lejecitos y desayunó tranquilo y relajado. Saludó a otros conocidos ubicados en otras mesas.

Parte del ánimo reposado del militar seguramente tiene que ver con su retiro de la Quinta Zona Militar, bajo cuyo mando aparece todo el estado. Como nuevo comandante mañana será presentado el también general Miguel Ángel Hernández.

Fernández hizo migas prácticamente con todos los sectores sociales del estado, mantuvo más que buena relación con los presidentes municipales, particularmente con el de Ciudad Juárez, Armando Cabada. Compartieron varias campañas de desarme operadas por la autoridad municipal y la Guarnición Militar en esta frontera.

En cambio, nunca pudieron ser superadas las diferencias con el gobernador del estado, Javier Corral, por cuestionamientos ácidos y sistemáticos que mantuvo éste al Ejército desde el inicio de su administración.

Incluyó en el paquete de críticas al ahora exjefe de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos, con todo y conocimiento del cáncer que padece y que en ningún momento le impidió desarrollar su trabajo.

Igualmente que toda la milicia, el general Fernández mantuvo y mantendrá siempre partido en la institución y en su general secretario.

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Alguien enfrentará problemas fuertes al interior del Colegio de Bachilleres en el estado y no es precisamente su directora general, Teresa Ortuño Gurza.

Tenemos datos provenientes de esa institución que hablan de una revisión practicada por la Auditoría Superior del Estado en que habría sido descubierta la aplicación de algunos miles de exámenes extraordinarios irregulares. Los exámenes fueron cobrados y no debió ocurrir así.

Nuevamente las miradas sobre este tema han sido dirigidas al área administrativa que encabeza Guadalupe Avitia, cuya fama se ha extendido en poco tiempo entre los cerca de 50 mil estudiantes de Bachilleres y todo el personal académico.

La nueva administración de la Auditoría Superior del Estado recibió decenas de asuntos sin concluir, y uno de ellos es este. Aseguran las fuentes de La Columna, puede derivar en denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado.

Notas de Interés

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