Un debate aburrido y triste: analistas

Como aburrido, con un “triste empate” como resultado entre los candidatos presidenciales fue calificado el debate del domingo entre Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez.  

“Me pareció un debate aburrido. Quedaron en un triste empate, gris; en general es un buen ejercicio que se tiene que repetir muchas veces y ojalá sirva para que la gente vea las propuestas que hay”, consideró Carlos Murillo, analista político de la localidad.

Dijo, en un análisis de la participación de los candidatos en el debate, que notó a la candidata morenista “muy deslucida, muy mecánica, robótica, estudiada, pero sin meterle emoción. Desde mi punto de vista esto genera antipatía”. Por otro lado, Álvarez, candidato por Movimiento Ciudadano, habría alcanzado una mayor exposición; mientras que Gálvez, la candidata por la coalición opositora resultó “más improvisada, con chispazos de emoción, pero me parece que los errores en la exposición de sus ideas le hacían verse de un nivel menor ante Claudia y ante el mismo Máynez que sí son buenos oradores”.

Destacó la aparición de temas chihuahuenses en el debate. “Aparece Chihuahua con Javier Corral que es un lastre para Claudia, definitivamente en Chihuahua va a provocar que Morena pierda la senaduría de Juan Carlos Loera. Javier Corral le puso los clavos a Loera, la mayoría de los políticos que lo conocen lo rechazan. Por otro lado, el tema de migración que salió solamente de coyuntura, quedó abandonado el tema fronterizo”, manifestó.

“No hubo propuestas, sólo ataques de Xóchitl contra Claudia, quedó abandonado el tema fronterizo. En términos de propuestas, son las mismas, pero con diferente nombre, incluso muchas ya existen en la ley, pero no se aplican. Eso habla de un desconocimiento de los candidatos”, agregó.

“El discurso más estructurado fue por Sheinbaum, Álvarez sacó cosas interesantes principalmente en el tema de derechos. La participación menos articulada fue la de Gálvez, trató de sacar chispazos y ocurrencias, pero en un debate lo que cuenta son los argumentos”, consideró por su parte Jesús Antonio Camarillo, profesor investigador.

El experto estimó que sería interesante analizar el aspecto mayoritario de quien participa en los debates. “Si en un segundo debate qué tan pertinente sea la participación de un candidato que no cuenta con apoyos mayoritarios para que estos ejercicios sean más encontrados”, apuntó.

Van Xóchitl y Máynez por la desmilitarización

Dos de los tres candidatos presidenciales que participaron en el primer debate del domingo se opusieron a mantener a elementos del ejército en las calles del país.

“La militarización no ha vuelto más segura a nuestra frontera, pero sí la ha vuelto más cruel”, consideró Jorge Álvarez, candidato por Movimiento Ciudadano, al responder sobre las políticas de su gobierno en torno a los migrantes que estén en tránsito.

En la misma línea se posicionó la candidata de la coalición opositora, Xóchitl Gálvez, a pesar de que la presencia del ejército en labores de seguridad publica surgió durante los sexenios encabezados por Acción Nacional (PAN).

“Estoy absolutamente de acuerdo en quitar la militarización del país, hay que regresar al ejército a las actividades que le competen en la Constitución”, apuntó durante una de sus participaciones en el mismo segmento.

En todo el debate solamente se tocó ese tema una vez y la candidata morenista, Claudia Sheinbaum, no se pronunció.

El principal tema en el debate fue la corrupción. Fueron 61 veces que se pronunció la palabra “corrupción” al contrario de las de las 11 en que se mencionó la palabra “propuesta”, por ejemplo.

Ambos candidatos se han referido a la militarización de la seguridad pública en otros eventos partidistas anteriores.

Por ejemplo, Gálvez, al ser elegida como candidata presidencial del PRD comentó que les toca seguir defendiendo las instituciones que impulsaron y las reformas políticas, así como seguir denunciando las violaciones a los derechos humanos “de las crueles tiranías en Cuba, Nicaragua y Venezuela, así como la militarización de todas las áreas del Estado mexicano”.

“Luchamos contra la militarización de (Felipe) Calderón, contra la militarización de (Enrique) Peña Nieto, que derrotamos en la Corte, y contra la militarización que el PRI le entregó al actual Gobierno”, subrayó Álvarez Máynez sin nombrar a López Obrador el pasado 20 de enero al ser nombrado candidato presidencial. 

El domingo, en el último mensaje de un minuto, Sheinbaum, abanderada de Morena-PT-PVEM, pidió el apoyo del sector privado, así como también de clases trabajadoras, de hombres y de mujeres para la elección que finaliza el próximo 2 de junio.

“El pueblo de México quiere que sigamos avanzando con la transformación, hoy tenemos un modelo que es el humanismo mexicano, que ha demostrado resultados, a diferencia del pasado neoliberal, donde se definía que la economía había que regarla desde arriba para que llegara abajo, que nunca fue, nosotros lo que planteamos es regar la economía desde abajo y hoy México está floreciendo”, expuso.

En su mensaje final, la candidata Xóchitl Gálvez mostró una bandera de México que, aseguró, “no se la quitará a nadie”.

“Quiero ser la primera presidenta de México para construir un país próspero”, dijo. “En mí tendrás una presidenta con carácter y capacidad”. Con una bandera de México en las manos, que estaba al revés, aseguró que el lábaro patrio lo defenderá de corruptos y delincuentes.