Trabaja AMLO para ganarse a escépticos del sector privado

En los últimos meses, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha mostrado un poco de complacencia con la gente a la que solía llamar la “mafia del poder”.

Subió al escenario con Carlos Slim, la persona más rica del país, en una conferencia de prensa. Se le vio junto a líderes de los dos grupos empresariales más grandes cuando declaró que el sector privado era crucial para el crecimiento del país. Tuiteó una foto de sí mismo con el jefe de Eni de Italia, quien tiene un proyecto de perforación petrolera en Tabasco, publicó Bloomberg.

La publicación de Twitter intrigó más a los inversores y analistas que leían las señales enviadas desde el Palacio Nacional, suscitando especulaciones de que el presidente levantaría su controvertido embargo sobre las subastas de campos petroleros, que habían generado miles de millones de dólares en inversión extranjera.

Pero estas son sólo ilusiones. AMLO ha extendido ocasionalmente la rama de olivo a la comunidad empresarial sin entregarle a esta lo que realmente quiere —lo cual es, básicamente, un retorno a las políticas de su predecesor, Enrique Peña Nieto, las cuales favorecían al sector privado.

Los inversores siguen mostrándose escépticos ahora que López Obrador ingresa a su segundo año en el cargo, con el país inmerso en la violencia y guerras territoriales perpetradas los cárteles del narcotráfico. La economía mexicana está deprimida y mucho de lo que se prevé para el 2020 resulta sombrío.

Ernesto Revilla, jefe de economía latinoamericana de Citigroup y execonomista del Ministerio de Finanzas, espera que la economía crezca solo un uno por ciento el año entrante en el segundo peor desempeño desde el 2009.