Diario
Nacional
miércoles, 01 mayo 2019 | 22:14
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no buscará cabildear por una reforma migratoria en Estados Unidos.
El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 enviado este 30 de abril por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados, asevera que México no insistirá más en una modificación a las leyes y normas migratorias de Estados Unidos.
El nuevo Gobierno acusa en el documento que las administraciones pasadas no sólo no se ocuparon de resolver de raíz el fenómeno de la migración sino que hasta lo alentó, incluso de manera explícita.
Sin especificar hechos, el documento refiere la reforma migratoria planteada por el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que fue avalada por el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
Critica que los gobiernos previos trataron de impulsar en Estados Unidos una reforma migratoria para intentar regular al 48 por ciento de los 11.3 mexicanos que no tienen documentos pero viven en ese país.
"En ese afán recurrieron al cabildeo legislativo y a la formulación de propuestas de negociación", señalan las nuevas autoridades.
"La política migratoria es un asunto soberano de cada país, y en ese sentido, los representantes del viejo régimen incurrieron en prácticas intervencionistas injustificables y perniciosas, por cuanto debilitaban la defensa de la soberanía propia", añade.
En ese sentido, afirma que el actual Gobierno federal defenderá a los mexicanos en Estados Unidos con respeto a la soberanía del país y con todos los instrumentos legales a su alcance, principalmente con la red de 50 consulados que tiene México en el país norteamericano.
Mientras tanto, señala que espera que los programas sociales tengan una incidencia concreta en la mejoría de las condiciones de vida en las principales zonas expulsoras de mano de obra y que los proyectos regionales de desarrollo actúen como cortinas para captar el flujo migratorio hacia el norte: el Tren Maya, el Corredor Transístmico y la Zona Libre de la Frontera Norte.
"El objetivo principal de esta política no es, como se ha querido interpretar, resolverle a Estados Unidos el problema de la llegada de migrantes, sino garantizarles a éstos los derechos al trabajo, la vivienda, la seguridad, la educación y la salud", expone.