Diario
Nacional
lunes, 29 abril 2019 | 10:24
Ciudad de México— En México, los niños viven bajo el riesgo de mortalidad por la violencia y las enfermedades, el abuso sexual, la explotación, la pobreza, las carencias de salud alimentaria, la falta de acceso a la educación, las adicciones y hasta la migración.
Un documento del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) revela que, solo en 2018, se registraron 2 mil 908 homicidios de infantes, de los cuales mil 636 se presentaron en Guanajuato, estado azotado hoy en día por una ola de violencia.
En el informe se advierte que, en ese mismo año, se abrieron más de 13 mil carpetas de investigación de delitos por lesiones contra población menor de 17 años.
Según las cifras, el 90 por ciento de las denuncias por lesiones refieren como víctimas a niñas y adolescentes.
El diagnóstico también indica que 6 de cada 10 menores han experimentado alguna vez algún método de disciplina violencia.
Por otro lado, en 2016, se registraron 26 mil 782 defunciones de menores de un año de edad, de las cuales 68 por ciento eran evitables. El número total de homicidios en ese año fue de 24 mil 559.
Para 2017, la tasa de mortalidad en México fue del 12.1 por ciento, comparada con el 4.1 por ciento de Cuba y el 6.3 de Chile.
Los casos más graves de muertes evitables ocurren en el estado de Chiapas, donde la tasa de mortalidad infantil por enfermedades diarreicas es de 37.1, frente a la media nacional que es de 8.1.
Lo mismo pasa con las enfermedades respiratorias agudas, ya que en Chiapas la tasa es del 52.1 por ciento, frente a un promedio nacional del 16.5 por ciento.
Carencias En México, 20.4 millones de niños viven en pobreza, según revelan cifras oficiales.
En general, los infantes son más pobres que las personas adultas, ya que mientras el 39.9 por ciento de los mayores de 18 años viven en esa condición, la cifra se eleva al 51.1 por ciento cuando se trata de niños.
A esto se suma que casi la totalidad de los niños que hablan una lengua indígena viven en pobreza, con un indicador del 91.75 por ciento.
En tanto, en materia de adicciones, en menos de una década, en el Estado de México se quintuplicó el consumo de drogas en la población de 12 a 17 años.
En estados del centro del País, como Aguascalientes, Hidalgo y Querétaro, los porcentajes de consumo de drogas aumentaron de 0.6 hasta 8.1 por ciento.
Casi medio millón de adolescentes han consumido al menos una vez algún tipo de droga en el último año, mientras que la edad promedio del primer contacto con las drogas es de 10.6 años en promedio.
Abuso De acuerdo con el Sistema, de 2010 a 2018 se incrementaron en un 300.5 por ciento los casos de lesiones por violencia sexual en menores de cinco años.
Asimismo, se documentó que el 73.1 de los agresores por ese tipo de violencia son parientes o conocidos cercanos, y que 11 mil 807 niñas y adolescentes de entre 10 y 14 años tuvieron una hija o hijo en 2016, en su mayoría a causa de una agresión sexual.
Por otro lado, 3.2 millones de infantes de entre 5 y 17 años trabajan a pesar de que es ilegal.
El 64.7 por ciento lo hace en ocupaciones no permitidas y más de 1 millón realiza actividades peligrosas.
De los 2.5 millones de población infantil de 5 a 17 años que no asiste a la escuela, el 43.1 por ciento se encuentra ocupada y el 39.6 por ciento tiene ocupaciones no permitidas.
Descuido En cuanto a salud alimentaria, el 23.3 por ciento de los niños presentan esa carencia, un porcentaje mayor al de la población adulta que es de 18.5.
Casi 10 millones de niños tienen sobrepeso u obesidad, de los cuales más de la mitad son adolescentes.
Además, 3.5 millones de niños, de cinco años, presentan algún tipo de malnutrición y a eso se suma que, en los niños en pobreza, la edad de inicio de sobrepeso y obesidad es de 3.3 años.
De acuerdo con los datos, durante los últimos gobiernos se detuvo la creación de infraestructura social adecuada para la niñez, se ligaron los derechos de los niños a la formalidad laboral, se privatizaron servicios básicos, se descuidaron los servicios públicos para este sector y se dejó de regular con eficacia la acción del sector privado en este campo.
"Las consecuencias son terribles, 51.5 por ciento de los niños viven en pobreza, tienen mayor incidencia y carencias sociales. Solo el 19 por ciento de los 40 millones de niños no son pobres o vulnerables socialmente y las niñas indígenas tienen el último nivel en el índice de desarrollo humano en las 32 entidades federativas", se indica.
"(Los niños) son el 33% de la población y se le destina apenas el 13% del presupuesto incluyendo los costos de operación del Estado. Los indicadores nos muestran mal los datos y malas tendencias".