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Juárez

Vinculan a proceso a tres ‘feminicidas’ de operadora

Los agresores, entre ellos una mujer, interceptaron a la víctima cuando se dirigia a su trabajo en la maquiladora Cordis

Redacción / El Diario de Juárez

sábado, 20 abril 2024 | 06:00

Staff / El Diario de Juárez | Lugar a donde fue llevada la víctima para ser asesinada Cortesía | El Ford Focus color azul fue abandonado

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Ciudad Juárez.- Aunque el defensor particular y una pública intentaron controvertir datos de prueba del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia (FEM) en contra de una mujer y dos hombres por el delito de feminicidio agravado y privación ilegal de la libertad agravada, un juez de control dictó el auto de vinculación a proceso en contra de los tres.

Ruth G. R., Juan Francisco I. R. y Carlos Andrés E. S. fueron señalados como presuntos agresores de Laura Juárez Marcelo, quien fue privada de la libertad mientras viajaba en su vehículo en la colonia Fray García de San Francisco para luego ser subida a otro automóvil y llevada a una brecha por la colonia Granja El Progreso, donde murió por traumatismo craneoencefálico severo consecutivo a contusiones causadas con una roca de cemento en unas tapias.

El juez, no obstante, reclasificó el delito de feminicidio agravado, pues excluyó como razones de género del asesinato que hubiese alguna relación entre la víctima y sus presuntos victimarios, así como el abandono del cuerpo en un lugar público, quedando únicamente por la razón de haberla dejado incomunicada, pero con agravantes por la misma razón, haber intentado ocultar su cuerpo, cometer la agresión entre dos o más personas y en un estado de indefensión de la víctima.

Al inicio de la audiencia, Ruth G. R. intentó simpatizar con un custodio recordándole que “somos de la misma generación”, al referirse a la academia de policía, pues G. R. fue también de la fuerza pública, de acuerdo con información revelada durante la audiencia inicial, aunque no se documentó la corporación a la que pertenecía.

Además, los tres fueron regañados por otro agente de seguridad penitenciaria pues previo al inicio de la audiencia no dejaban de hablar entre sí. 

Al final de la audiencia de vinculación a proceso, dejaron un nombre e instrucciones en un papel a la hija de G. R., que acudió en calidad de público a la sesión.

Los hechos

“Hay que drogarnos para que nos valga ver*a machín, y vamos a desmadrarla en corto”, fue lo que presuntamente dijo Carlos Andrés E. S. a un conocido suyo cuando le informó que recibirían cada uno 10 mil 200 pesos por asesinar a Laura.

E. S. actuó, de acuerdo con los antecedentes vertidos durante la audiencia inicial por feminicidio agravado, por invitación de Ruth G. R., quien también pidió a Juan Francisco I. R. acompañarla para atacar a la mujer de 29 años operadora de maquiladora y madre de familia.

Fue por celos, según el Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia (FEM), aunque en los antecedentes no se logró vincular a G. R. directamente con la víctima.

Según la carpeta de investigación, el primer aviso por la privación ilegal de la libertad de Laura, que terminó luego en su asesinato, se dio a las 2:37 de la tarde del viernes 12 de abril, bajo el folio 0706097315 generado luego de una llamada al 911. 

Ahí, una persona dijo que cinco hombres que viajaban en una camioneta tipo pickup gris bajaron a una mujer en un Ford Focus azul y la subieron al vehículo en que ellos iban. En el lugar se quedó la bolsa de la mujer y teléfonos celulares que le pertenecían, cosas que levantó quien denunció el hecho y pudo identificar a la mujer sustraída como Laura Juárez Marcelo.

Un hombre del grupo de agresores logró huir a pie por la calle Custodio de la República, según el reporte ciudadano.

La acusación formal señala que entre las 2:30 y 4:40 de la tarde de ese viernes, Ruth G. R., Carlos Andrés E. S. y Juan Francisco I. R. en compañía de otras personas aún no detenidas, aunque identificadas dentro de la investigación, privaron de la libertad a la víctima cuando viajaba en su automóvil modelo 2012, para subirla a una camioneta Chevrolet Silverado 2016 propiedad de Ruth, en la que la transportaron hasta una zona despoblada en las coordinadas 313618.0 N – 1063614.2 W y la atacaron con una piedra de cemento en la cabeza en repetidas ocasiones hasta provocarle la muerte por traumatismo craneoencefálico severo derivado de contusiones.

Fue por celos, Fiscalía

Ruth G. R. aparentemente conocía a la víctima. Era consuegra de su tío político; la prima de Laura es esposa del hijo de Ruth. Sin embargo no se dio a conocer prueba alguna de lo que originó los celos que, de acuerdo con la Fiscalía, motivaron el ataque.

‘Un error’

Todo este ataque se trató de un error, a decir de uno de los implicados que continúa libre. La versión de él se supo por una tercera persona, la hermana de Carlos Andrés, quien supo del asesinato por Messenger.

Al prófugo y a Carlos les ofrecieron 10 mil 200 pesos “por el jale”, oferta que aceptaron. La agresión se pospuso un día, del 11 al 12 de abril, pero ese viernes hicieron el trabajo luego de lanzar un “chingue a su madre, vamos a darle”, de acuerdo con el fugado, y “el jale nos salió mal”. Fue el hombre descubierto huyendo tras la privación de la libertad. Su trabajo era llevarse el carro de la víctima a otro punto, pero no lo pudo echar a andar, así que corrió hasta un supermercado del bulevar Talamás Camandari, donde empezó a ser rodeado por policías estatales, pero, según su versión, alcanzó a escapar en un taxi privado.

De ahí, él no supo nada, sino hasta que vio en las noticias el ataque, al igual que la familia de Laura, y la de Carlos.

‘No pasa nada, oficial. Todo tranquilo’

El cuerpo de Laura fue hallado dentro de una obra en construcción abandonada en una brecha al sur de la ciudad. Cerca de ella fue dejado el aparente objeto con el cual se cometió el delito, una piedra de cemento.

Fue dejada con la ropa puesta, con una venda elástica médica que pretendía cubrirle los ojos pero al momento de los estudios periciales ya estaba en el cuello. Tenía quemaduras en la pierna derecha y expedía olor a gasolina. Su cabeza estaba deshecha a consecuencia de los golpes con la piedra que fue hallada luego con manchas de sangre.

Los análisis periciales permiten suponer que ese fue el sitio donde fue asesinada; que la piedra fue el arma utilizada, y que tuvo que utilizarse un vehículo automotor para llevarla hasta ese punto dada la dificultad del terreno. 

La persecución inició cuando de la brecha salía la camioneta Silverado con los tres acusados a bordo. En ese momento un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado transitaba los cielos de esa área, así que empezaron los trabajos de inteligencia que permitieron su seguimiento y captura. 

“No pasa nada, oficial. Todo tranquilo”, dijo Ruth G. R. al ser rodeada por los oficiales a bordo de las patrullas 709 y 137 de la Policía del Estado. Los tres fueron esposados. En la bolsa de Ruth estaba el gafete de Laura de la maquiladora Cordis, y más objetos que serán analizados por la Fiscalía. A Carlos le fue hallada una navaja café de 22 centímetros.

En seis meses, Laura iba a cumplir 30 años. Ese mismo plazo es el que el juez Isaías Flores dio para sostener la medida cautelar de prisión preventiva, justificada por el riesgo hacia las víctimas y el peligro de sustracción por las penas que están en juego de entre 40 y 80 años sólo por el delito de feminicidio. 

Además, fijó tres meses como plazo para la investigación complementaria, pese a que el Ministerio Público solicitó seis meses, el plazo máximo, mismo que representa el tiempo impuesto de prisión preventiva.

redaccion@redaccion.diario.com.mx

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