Vinculan a Adrián Alejandro por feminicidio

Pese a que la defensora pública encargada del caso de Adrián Alejandro M. R. intentó que el delito del que se acusó a su representado pasara de feminicidio agravado a homicidio calificado de mujer, la jueza de control Aida Vázquez Arreola dictó auto de vinculación a proceso por el asesinato de una mujer por razón de género.

A M. R. se le acusa de ser coautor del asesinato de Alexandra Villa Rodríguez ocurrido entre el 24 y el 25 de diciembre de 2023 en una vivienda del fraccionamiento Parajes de Oriente. Ella fue reportada como desaparecida desde el 22 de diciembre por su madre y su tía, trascendió en audiencia.

El cuerpo de la víctima, sin embargo, fue localizado hasta el 22 de marzo luego de un cateo realizado por la Unidad de Personas Ausentes, en el patio de la vivienda donde fue asesinada. Estaba envuelta en un cobertor, pero pudo ser identificada en primera instancia por el Servicio Médico Forense por sus tatuajes, y luego oficialmente por sus familiares.

De acuerdo con la información de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia, Zona Norte, el ataque fue por parte de M. R. –apodado “El Tiga”—en compañía de dos mujeres y un hombre más que agredieron a golpes a Alexandra, para que luego el segundo varón tomara un cable metálico con extremos de madera para estrangular a la víctima mediante un torniquete, hasta su muerte.

Luego, se envolvió a la víctima en una cobija para enseguida enterrarla a metro y medio de la superficie en el patio de la vivienda donde todos los implicados se habían reunido para fumar metanfetamina en cristal. 

La agresión inició luego de que el segundo varón le pidió el teléfono a Alexandra, y revisando sus contenidos se dio cuenta de que ella contaba con fotos de quienes estaban en la casa. Presuntamente, la mujer filtraba información a agentes ministeriales para “ponerle puntos de cristal”, es decir, delatar en dónde y quiénes comerciaban la droga. 

Tras el descubrimiento, el hombre la levantó y empezó a gritarle repetidamente “¡culera! ¡Puta!”, para que luego los demás se abalanzaran sobre la víctima y empezaran a agredirla hasta hacerla sangrar por nariz y boca. 

Tras privarla de la vida y envolverla en una cobija, le pintaron con un lápiz una estrella en la frente para sugerir que era “doblada”, “AA”, o bien “Artista Asesina”, de un grupo de sicarios al servicio del Cártel de Sinaloa en Juárez. Los demás, de acuerdo con testigos de identidad reservada, fueron identificados como parte del grupo “Mexicles”.

Finalmente, la jueza Vázquez Arreola consideró que sí existía razón de género en la imputación formulada por el Ministerio Público, aunque el Ministerio Público no incluyó ninguna fracción relativa a las razones de género que figuran en el primer párrafo del artículo 126 bis del Código Penal del Estado que penaliza el feminicidio.

Tras la vinculación a proceso, la jueza de primera instancia fijó un plazo de seis meses para la investigación complementaria.