Juárez

Testigo de feminicidio teme por su vida

'Me pateaba los senos, me quiso asfixiar, sacó los cuchillos de la cocina...'

Staff/
El Diario de Juárez

viernes, 11 octubre 2019 | 06:00

En noviembre del 2018 “Jimena” se presentó en la Fiscalía estatal y aportó información sobre un feminicidio, datos que llevaron a la detención de un hombre. A partir de ese momento se le dio la calidad de testigo protegido pero sólo en documentos; en la realidad ella no ha recibido protección y teme ser asesinada, pues el presunto responsable se ha comunicado con ella en varias ocasiones para advertirle que la va a matar.

“Temo por mi vida... que hagan algo. De qué sirve que revienten allá adentro (en el Cereso 3) si es más fácil conseguir un teléfono que una paracetamol. Él tiene acceso a celulares, a redes sociales. Lo bloqueo de un número y me habla de otro”, denunció la afectada.

A finales de septiembre del 2017, Édgar Leobardo le propinó una severa golpiza a “Jimena” y la acuchilló por la espalda porque ella trató de dejarlo. Cuando fue dada de alta, acudió a presentar una denuncia penal. Pero la Fiscalía de Género no realizó ninguna diligencia al respecto, afirmó la afectada. 

“Me pateaba los senos, me quiso asfixiar, sacó los cuchillos de la cocina. Yo llegué a ese departamento porque él fue y me sacó de donde yo estaba y un amigo le ayudó. Me sacaron, me llevaron a un departamento donde él ya tenía bolsas en el piso, una tina y me decía que me metiera porque me iba a matar. Yo trataba de tranquilizarlo, estaba buscando la manera de salir, eso lo hizo porque yo lo dejé y supo dónde estaba y fue y me sacó. Yo tuve que quebrar el cristal de una ventana para escaparme”, recordó “Jimena”.

Meses después la Policía cateó la casa donde ella y Édgar Leobardo Aguilar Gándara, así como una hija de él, vivían y localizó droga. Los tres fueron detenidos y al ser liberada “Jimena” fue “levantada” por agentes ministeriales, quienes le pidieron que colaborara en la investigación del asesinato de Aída Silvia Alcorta Ramos, privada de la vida el 13 de octubre del 2016.

En esa ocasión ella se negó, pues ya era víctima de violencia familiar por parte de Édgar Leobardo y le tenía miedo. Pero una semana después, en noviembre del 2018, tras sostener una fuerte discusión con Édgar y después de que él le propinó otra severa golpiza, ella acudió voluntariamente a proporcionar toda la información que sabía en relación al homicidio de Aída Silvia Alcorta y luego sacó de la casa a Édgar, bajo el pretexto de ir a desayunar, para que los ministeriales lo arrestaran. 

“Era más mi miedo de que él me fuera a agredir tan fuerte físicamente que yo decidí ir a Fiscalía a declarar lo que sabía, declaré en noviembre del año pasado”, dijo “Jimena” para luego precisar que ahí se le ofreció la figura de testigo protegido, pero “no se me brindó nada, absolutamente nada, más que las gracias”.

El auto de apertura a juicio oral en contra Édgar Leobardo Aguilar Gándara ya se dictó y se prevé que antes de finalizar este año se lleve a cabo el enjuiciamiento al que deberá comparecer “Jimena”. La vocera de la Fiscalía de Género, Silvia Nájera, dijo no tener información respecto a este caso.

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