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Juárez

Por favor, déjenos cruzar, claman

Recibe EU a migrantes… pero no a todos

Guatemaltecos y hondureños son expulsados de manera exprés a Ciudad Juárez

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

jueves, 22 diciembre 2022 | 07:03

Manuel Sáenz / El Diario de Juárez | Unos 400 migrantes amanecieron sobre el bordo estadounidense, en espera de entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso, quienes los recibieron en grupos pequeños Manuel Sáenz / El Diario de Juárez | Con cobijas, mochilas y niños en brazos, las familias continúan cruzando Gabriel Cardona / El Diario de Juárez | Un pasaporte es quemado en una fogata que hicieron para mitigar el frío en el bordo Manuel Sáenz / El Diario de Juárez | Wendy Leticia Venegas López sólo permaneció unas horas en la vecina ciudad; ingresó durante la madrugada y para las 11 de la mañana ya había sido expulsada

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Ciudad Juárez.— Pese a las horas de espera junto al muro fronterizo, con temperaturas bajo 0 grados centígrados, no a todos los migrantes recibidos por los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso se les permite solicitar asilo político: guatemaltecos y hondureños son expulsados de manera exprés a Ciudad Juárez. 

“Anoche aguanté toda la noche el frío, porque tenían cerrada la frontera supuestamente, y la abrieron como a las 9:00 de la noche, estuvimos toda la noche, toda la noche jalaron gente, hasta ahora como a las 5:30 me recogieron a mí y me trajeron acá (a Juárez). Sólo me pidieron mis datos y me dicen: ya tienes que irte, pero no me explicaron por qué”, narró ayer la hondureña Wendy Leticia Venegas López, de 29 años. 

Con un golpe en la nariz debido a una caída que sufrió en el camino, la centroamericana narró que pasó la madrugada de ayer sobre el bordo del río Grande, antes del amanecer la recibieron los agentes estadounidenses, pero a las 11:00 de la mañana fue expulsada a México bajo el Título 42, “por ser hondureña”, narró.

Durante la madrugada “había bastante gente, más de 30 personas. Nos trajeron aquí a migración (Estación de la Patrulla Fronteriza), nos pidieron los datos, luego nos metieron a una hielera, ahí nos tuvieron un rato y sólo nos fueron a sacar, no nos dieron explicaciones ni nada, sólo nos dijeron: ‘vámonos, se tienen que ir ustedes…’ pensé que me iban a dar asilo, pero no hay una explicación, no sé por qué me deportaron”, relató la originaria de Santa Bárbara, Honduras. 

Dijo que personas de otras nacionalidades sí se quedaron en El Paso, pero continuaban con su procesamiento, por lo que no supo a cuántos expulsaron a México, algunos como ella, sin teléfono y sin dinero. 

“Me siento sola, sólo esperando noticias a ver qué me dice mi familia, porque en Honduras lo que se trabaja al día eso se come, y quiero sacar a mi familia adelante, dejé a una niña, una niña de 9 años”, dijo entre lágrimas, al asegurar que buscaría albergue en esta frontera y si no tendrá que regresar a su país. 

Guillermo, de 15 años, también fue expulsado bajo el Título 42 debido a que no contaba con un documento que pudiera comprobar que es menor de edad, explicó el adolescente cuya lengua materna es una mayense de Guatemala. 

Nervioso y solo, después de haber sido separado de su primo, también menor de edad, al cruzar la frontera, el menor centroamericano se reunió con un grupo de migrantes que fueron expulsados la mañana de ayer a Ciudad Juárez, y quienes trataban de contactar a familiares o a los traficantes de personas que los trajeron hasta aquí con la promesa de llevarlos hasta Estados Unidos. 

Como Wendy Leticia, ayer, unos 400 migrantes amanecieron sobre el bordo estadounidense en espera de ser recibidos por los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso, quienes los recibieron en grupos pequeños, por lo que a lo largo del día la cifra siguió aumentando bajo el puente internacional Stanton-Lerdo, a unos 800 metros del sitio militarizado por la Guardia Nacional de Texas.

Migrantes de distintas nacionalidades continuaron arribando al bordo del río Bravo para cruzar la frontera y formarse junto al muro fronterizo, en busca de asilo político en Estados Unidos.

Con cobijas, mochilas y niños en brazos, las familias continúan cruzando con la esperanza de lograr el llamado “sueño americano”, mientras migrantes venezolanos que esperan en Ciudad Juárez el fin del Título 42 les ofrecen café, hamburguesas y pollos rostizados e incluso los cargaban en la espalda para que no se mojaran al cruzar el río. 

“Por favor, déjenos cruzar”, gritaban durante la mañana algunos migrantes a los agentes estadounidenses, quienes trasladaban a los grupos que recibían en sus camionetas. 

Mientras elementos de la Guardia Nacional y Grupo Beta recorrían el bordo mexicano, cientos permanecieron formados de lado estadounidense en espera de ser recibidos y procesados por los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso.

La Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR) condenó ayer el uso de recursos estatales por parte del gobernador Greg Abbott para promover una agenda racista, antirrefugiados y xenófoba, y exigió el retiro inmediato de la Guardia Nacional de Texas de El Paso y la desmilitarización de la frontera.

“La declaración de emergencia de la Ciudad de El Paso fue un intento de permitir que la ciudad acceda a recursos muy necesarios para ayudar a los migrantes vulnerables que llegan a la frontera. Durante los últimos días, nuestra comunidad y nuestra nación han sido testigos de niños, mujeres y familias enteras durmiendo en las calles, sufriendo de un clima extremadamente frío y riguroso. Esas imágenes son un reflejo de nuestro sistema de inmigración roto e inhumano, alimentado por la inacción de nuestro Gobierno federal para apoyar a las organizaciones no gubernamentales (ONG) y otras entidades que están listas para recibir a los solicitantes de asilo”, denunció su director ejecutivo, Fernando García. 

A través de un comunicado de prensa, el activista estadounidense lamentó que “en lugar de brindar apoyo humanitario y logístico, el gobernador Abbott está utilizando esta declaración para alimentar la retórica racista, xenófoba y supremacista blanca de ‘una invasión’ militarizando aún más nuestra ciudad e imponiendo de manera efectiva su operación ilegal Lone Star”. 

La organización exigió el retiro inmediato de la Guardia Nacional de Texas del río Grande y el cese de cualquier estrategia de inmigración que militarice aún más nuestra frontera. 

“El Gobierno federal debe actuar rápidamente para retener las políticas de control de la inmigración ilegal del gobernador Abbott. La solución a la situación fronteriza nunca ha sido más evidente: nuestro país necesita desesperadamente una reforma migratoria y un sistema de asilo integrales y actualizados”, señaló. 

BNHR pidió “inversiones muy necesarias para establecer una infraestructura acogedora en la frontera. La apertura de los Centros de Bienvenida de New Ellis Island alrededor de nuestra frontera brindaría los servicios necesarios y el apoyo legal que los refugiados y las personas refugiadas necesitan desesperadamente”. 

Amplían cerco

El cerco de alambrado que fue instalado por la Guardia Nacional de los Estados Unidos en el río Bravo fue ampliado ayer por la tarde.

Inicialmente el cerco abarcaba unos 800 metros de longitud y llegaba hasta la calle Oro del lado mexicano.

Ayer, personal de la Guarida Nacional de EU trabajaba en la expansión del cerco y la avanzó unos 200 metros.

Ahora, la zona delimitada por el alambrado y resguardada por personal armado llega hasta el llamado “Puente Negro”. 

Intentarán llevarlos a albergues

El Gobierno federal no tiene la culpa de que los migrantes quieran ingresar a Estados Unidos, declaró ayer el alcalde Cruz Pérez Cuéllar sobre la llegada de más extranjeros a esta frontera. 

Agregó que en las siguientes noches las autoridades estarán pendientes de quienes se queden en el río Bravo para trasladarlos a albergues, debido a que se espera una disminución en las temperaturas. 

El presidente municipal anotó que se ha generado mucha expectativa por la terminación del Título 42 en Estados Unidos, y eso está atrayendo a los migrantes a la frontera.

“Simplemente ahorita en Juárez hay 20 mil personas que ahorita están haciendo su vida aquí, pero si se quita el Título, probablemente intenten cruzar, la expectativa que genera la probable terminación del Título 42 es altísima, de veras no podríamos culpar al Gobierno federal, ni a éste ni a todos los anteriores, porque la gente quiera ir a Estados Unidos”, explicó. 

Afirmó que a los migrantes que se están quedando en el bordo del río Bravo se tratará de convencer para que acudan a un albergue.

“Vamos a tratar de convencerlos de que lo mejor para ellos es buscar refugio, tenemos espacio en los albergues, entonces vamos a seguir con esta labor, sobre todo porque jueves y viernes viene un descenso fuerte en las temperaturas”, declaró Pérez Cuéllar.

Afirmó que hay espacio en los albergues ‘Kiki’ Romero, en el Leona Vicario y en los que manejan las agrupaciones civiles. (Con información de Araly Castañón / El Diario de Juárez)

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