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Juárez

Pide Iglesia solidaridad con personas en movilidad

Sufren condiciones adversas en sus lugares de origen y en el camino hacia la frontera: José Guadalupe Torres Campos

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

lunes, 04 septiembre 2023 | 12:37

Manuel Sáenz / El Diario de Juárez | Algunos de los recién llegados en el tren, ayer

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Después de huir de Colombia, en donde ambos eran militares, los hermanos Fabián y Carlos, de 24 y 31 años de edad, llegaron ayer a Ciudad Juárez a bordo del tren de carga como lo hacen cada semana cientos de personas migrantes con la esperanza de ingresar a Estados Unidos; por lo que el obispo José Guadalupe Torres Campos hizo un llamado a la comunidad para ver con humanidad a quienes arriban a la frontera. 

“Tuvimos que caminar por una semana, duramos una semana caminando desde Tapachula (Chiapas) hasta una comunidad de Oaxaca”, narró Fabián, quien después de migrar por más de un mes desde su país, ayer llegó finalmente a los límites de México con Estados Unidos con su hermano y aproximadamente 150 personas más, quienes viajaron entre las conexiones y dentro de los vagones del tren. 

Con una mochila en la espalda, un galón de agua y un crucifijo colgado en el cuello, los dos colombianos subieron al tren de carga en Huehuetoca, Estado de México, el cual los dejó en Irapuato, en donde subieron a los vagones de otro tren para llegar a Torreón, y luego esperaron otro tren en Chihuahua para poder llegar hasta Ciudad Juárez. 

“¿Cómo podemos llegar a la frontera?, vamos a entregarnos, porque la aplicación solamente es para los venezolanos”, dijeron los hermanos al bajarse del tren; pero al enterarse de que todas las nacionalidades pueden obtener una cita por medio de CBP One para ingresar a Estados Unidos de manera regular, sin correr el riesgo de ser deportados a su país de origen, decidieron acudir al Centro de la ciudad en busca de apoyo para comer y esperar hoy la asesoría legal para registrarse en la aplicación. 

“La familia está allá, en el país, pero un pastor nos va a recibir en Texas”, dijeron mientras caminaban hacia el Centro de la ciudad después de tres días de viaje a bordo del tren de carga, en el que sufrieron sed, hambre, cansancio, frío y calor extremo. 

Otros migrantes preguntaban en dónde podían tener ayuda para comer, cómo llegar al Centro de la ciudad o dónde encontrar un albergue para esperar una cita para ingresar de manera regular a Estados Unidos. 

“Todos los días vemos que llegan, y cada vez más, cientos, cientos de migrantes en el tren, otros caminando van apareciendo aquí y allá en las calles, son muchos”, dijo ayer el obispo de Ciudad Juárez, que pidió a la comunidad ser solidaria con la personas en movilidad, quienes sufren condiciones adversas en sus comunidades y el camino hasta llegar a la frontera.

“La mayoría, la inmensa mayoría, muy solidarios, hay mucha gente muy buena, que coopera; pero otros, hay que decirlo, han expresado que están cansados, que no les gusta”, dijo al pedir a los fronterizoss “ver al migrante con humanidad, como un hermano”. 

Recordó que el Papa Francisco titula la Jornada Mundial del Migrante con el lema “derecho a migrar o a no migrar”, lo cual es un derecho de todo ser humano. 

“Yo invito a la gente a que tratemos de ayudar, de ser solidarios, con voluntariado; en fin, tratemos de ayudar de una u otra manera”, pidió. 

hmartinez@redaccion.diario.com.mx

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