Otro aplazamiento para sustituir colectores

A casi dos años del anuncio de la autorización de un crédito para que la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) reemplace cuatro colectores en el norponiente que contaminan el río Bravo, la descentralizada reportó un nuevo plazo para la licitación de la primera obra.

“Por lo pronto, no está publicada (la convocatoria) porque está en una mesa de acompañamiento con la Secretaría de la Función Pública, donde están llevando a cabo la revisión puntual de esas bases; ya una vez que se aprueben, saldremos con la publicación”, dijo ayer Rosa María Matus, titular del área jurídica de la dependencia.

“Estamos esperando a más tardar en una o dos semanas… Ya tenemos todo el procedimiento inicial listo, las bases y la convocatoria, nada más es que nos digan ‘ya están’, si se hicieron observaciones o no, si están listas, incorporadas”, agregó la funcionaria.

En marzo, la dependencia anunció que la previsión era lanzar la convocatoria a finales de abril, extendiendo entonces el inicio de una obra que, en enero de 2023, la dirección de la JMAS indicó que preveía arrancar en septiembre pasado, pero que ha registrado diversos aplazamientos.

Desde junio de 2022, el Banco de Desarrollo de América del Norte (Nadbank, sus siglas en inglés) anunció la autorización de un financiamiento por hasta 27 millones de dólares para el reemplazo de 18.5 kilómetros de tubería de cuatro colectores de la zona norponiente de Juárez –Norzagaray, Las Víboras, Nadadores y Mimbre– cuyas fugas contaminan el caudal del río Bravo.

“En la zona noroeste, una gran parte del sistema de alcantarillado ha excedido su vida útil y muestra signos de deterioro. Debido a las condiciones topográficas del área, el sistema de alcantarillado recibe una cantidad considerable de sedimentos, basura y escombros”, indica la información del Nadbank sobre el proyecto.

“Además, la infiltración y el influjo de aguas pluviales a velocidades rápidas a menudo obstruyen y rompen la tubería dentro del sistema. Estas condiciones han resultado en rebosamientos de aguas residuales en las calles, las cuales forman arroyos que drenan al río Bravo”, agrega.

Canal, en pésimas condiciones

Además de esta contaminación y los malos olores en las colonias en las que se presentan, las fugas intermitentes de drenaje dificultaron en enero pasado la limpieza de la acequia Madre, canal por donde ingresa en dirección al valle de Juárez el agua del Bravo entregada por la Convención internacional de 1906.

“(El canal) se encuentra en pésimas condiciones, porque tiene dos años cayéndole agua negra, no tiene piso para meter la maquinaria, no está seco”, dijo el 26 de enero José Luis Rubio, director de la Asociación de Usuarios de la Primera Unidad –que abarca la mancha urbana– del Distrito de Riego 009.