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Juárez

Ofrecen en el Centro el sabor de Venezuela

Con el fin de reunir mil 500 pesos mensuales para pagar la renta del cuarto donde se quedan, Roger y Orlean salen a vender arepas

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

lunes, 30 enero 2023 | 12:55

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez | Algunos han conseguido empleo en las obras del BRT Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

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“Las arepas, las arepas”, gritan en el Centro de Ciudad Juárez diariamente los venezolanos Roger y Orlean, al ofrecer una de las comidas tradicionales de su país a la comunidad fronteriza y a sus propios paisanos, con el fin de reunir los mil 500 pesos mensuales que les cobran en un cuarto de renta. 

“Estamos acá, buscando la manera de sobrevivir para pagar la estadía, nosotros en todos los países hemos salido a vender y a trabajar, a fuerza, pa’delante siempre”, narró Roger Cruz, de 28 años de edad, quien dejó en su país a su esposa y a dos hijos, de 7 años y 7 meses de nacidos. 

Su cuñado, Orlean Fernández de 27, también dejó hace tres meses y medio en Venezuela a su esposa y a sus dos hijos de 2 y 4 años de edad, con el objetivo de ir a Pensilvania, en donde están los abuelos de Roger desde hace 36 y 40 años. 

Ambos llegaron hace 22 días a Ciudad Juárez, en donde buscaron trabajo, pero debido a la falta de un documento que acredite su permanencia temporal en México, ante la saturación de los albergues y la necesidad de pagar un cuarto de renta para dormir, decidieron emprender su propio negocio. 

“Nosotros vivimos en la colonia Insurgentes en un cuarto alquilado, nos cobran mil 500 pesos mensuales y mil 500 de depósito. Somos cuatro, nosotros dos y dos compañeros más hacemos las arepas de pollo, de molida, mechada (carne deshebrada), salchicha con huevo, caraotas (frijoles) con queso, hacemos variedad”, comentó Roger sobre las arepas, un platillo venezolano parecido a las gorditas mexicanas. 

Dijo que aunque también tienen clientes mexicanos, son principalmente sus mismos paisanos quienes consumen sus productos. 

“Gracias a Dios nos ha ido excelente. Vendemos en la zona Centro, por el puente a El Paso, caminamos bastante. En este paso (el paso peatonal de la avenida 16 de Septiembre) en realidad no sé porque sí nos molestan bastante –los policías–”, dijo sobre los uniformados municipales que les piden que siempre estén caminando, por lo que a ambos se les escucha gritar “las arepas, las arepas”, con una hielera de unicel, una botella con salsa de aguacate y una bolsa de plástico con servilletas en la mano. 

Después de casi cuatro meses, lo más difícil ha sido separarse de sus familias, pero mientras trabajan en la ciudad, esperan poder lograr una cita en la aplicación CBP One, para ingresar a Estados Unidos en busca de una excepción humanitaria al Título 42. 

“No lo hemos logrado (concluir el proceso en CBP One), intentamos diario, diario, pero no nos da la cita”, lamentaron. 

Daniel Villalobos, quien dos días después de llegar a la ciudad consiguió trabajo como soldador frente a Catedral, es diariamente uno de sus clientes, mientras espera también obtener una cita para ingresar a Estados Unidos. 

Dijo que él llegó a esta frontera el miércoles 18 de enero, en donde un pastor lo dejó quedarse en una iglesia evangélica por unos días, y desde el viernes 20 comenzó a trabajar en la construcción de una estación del BRT. 

“Yo soy soldador y estoy trabajado como soldador, el pastor me presta su moto para venir a trabajar. Pero la aplicación abre a las 7:00 de la mañana, y se congestiona la página porque son miles de personas intentando entrar a la misma hora, se pone lenta en ese momento, y por eso no hemos logrado llegar a una cita”, señaló. 

hmartinez@redaccion.diario.com.mx

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