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Juárez

Llevan a sus comunidades mensaje vs violencia

Traducen el ‘Violentómetro’ a grupos indígenas asentados en esta frontera

Hérika Martínez Prado / El Diario de Juárez

martes, 09 agosto 2022 | 06:00

Gabriel Cardona / El Diario de Juárez | Parte del material entregado

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Ciudad Juárez.— El casarse a una corta edad bajo acuerdo de los padres, el no poder divorciarse y el no poder decir “yo soy víctima de violencia familiar” por vergüenza, es parte de la violencia de género que viven muchas mujeres indígenas en Ciudad Juárez, por lo que a través de la traducción del “Violentómetro” al chinanteco y rarámuri, el Instituto Municipal de las Mujeres (IMM) busca prevenir e informar a dichas comunidades. 

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, que se conmemora hoy 9 de agosto, ayer fue presentada la traducción cultural en folletos, la cual también será acompañada de talleres y mantas que se colocarán en las comunidades donde habitan los pueblos originarios en la ciudad. 

Desde las bromas hirientes (chíbi aníea omonária / jaü eü) y chantajes (chíbi olámarúa / küi chïe), hasta el asesinar (Mukí míaa / Ghäank), el “violentómetro” busca prevenir todos los tipos de violencia hacia las mujeres de dichas comunidades, por lo que Diana Linares, del pueblo chinanteca, proveniente de Oaxaca, y Rosalinda Guadalajara Reyes, originaria de la Sierra de Chihuahua y líder de la colonia Tarahumara en esta frontera, coordinaron la traducción del “Violentómetro”.

Decir “yo soy víctima de violencia familiar es algo que da vergüenza”, tampoco saben que las bromas, los chantajes y los engaños son una alerta de la violencia familiar, dijo Linares, quien también trabaja en el IMM.  

Dijo que ya en esta frontera, se ha enterado de casos en los que a través de los usos y costumbres, jovencitas de 16 años son casadas bajo arreglo de los padres. 

“Hay palabras que nosotros como mujeres no identificamos en nuestra lengua materna, no identificamos la violencia de género. “A nuestros padres, a nuestros abuelos los casaron. No conocemos nuestros derechos, ignoramos los tipos de violencia, qué es la violencia, que no todo lo que nos decían nuestros padres es normal, no entendemos el español y mucho menos qué es la violencia. Las comunidades indígenas hemos vivido años siendo violentadas, ni siquiera identificamos la violencia familiar”, señaló Linares. 

Dijo que actualmente viven en Ciudad Juárez cerca de 2 mil mujeres chinantecas, distribuidas en cinco comunidades que habitan en Anapra, Las Torres, Talamás Camandari, Riberas del Bravo y Colonial del Sur. 

Tanto Diana como Rosalinda trabajaron en la traducción de los folletos con otras mujeres de sus comunidades, a quienes les explicaron cada punto de la violencia de género. 

Rosalinda destacó que la traducción al rarámuri no fue un trabajo sencillo, ya que hay algunos términos que no existen en su lengua, pero buscaron la manera de darles sentido a las palabras. 

La chihuahuense señaló la importancia de informar a su comunidad qué es violencia, ya que muchas mujeres creen que deben aguantar los golpes, e incluso han llegado a abortar después de haber sido golpeadas. Pero también destacó que desde hace años no se tiene conocimiento de un caso de violencia familiar en la colonia ubicada en las faldas de la sierra de Juárez. 

Y es que la prevención de la violencia hacia las mujeres es uno de los trabajos principales que hace Rosalinda en su colonia, en donde, bajo sus tradiciones, los hombres son castigados la primera vez y después entregados a las autoridades, lo cual hace años no ha sido necesario, ya que han aprendido además que tampoco pueden tocar a una mujer sin su consentimiento. 

Elvira Urrutia Castro, directora del Instituto, señaló que estas traducciones, que inicialmente se hicieron a la lengua rarámuri y chinanteca, vienen a romper con la discriminación que sufrían las mujeres al no tener acceso a la información.

Dentro del IMM, Diana y Rosalinda, se encargan de dar acompañamiento a las mujeres de los 14 pueblos originarios que habitan en Juárez para realizar distintos trámites ante las instituciones. 

Entre enero y junio, realizaron 699 acompañamientos, gestiones y canalizaciones, además de 38 interpretaciones, informó Urrutia Castro.

Actualmente habitan en la comunidad al menos 14 grupos originarios de distintos estados del país, por lo que también se buscará llevar la información de prevención sobre la violencia de género, primero en español, hasta todas las comunidades, dijo Rosalinda. 

Según datos de la Comisión Estatal para Pueblos Indígenas (Coepi) Ciudad Juárez cuenta con aproximadamente 22 mil habitantes indígenas, principalmente mazahuas, mixtecos y chinantecos. 

Aunque la etnia nativa del estado es la rarámuri, mientras que en la frontera habitan cerca de 8 mil mazahuas, viven entre 800 y mil tarahumaras. 

Las más comunes

• Casarse a una corta edad bajo acuerdo de los padres

• No poder divorciarse 

• No aceptar o no denunciar ser víctima de violencia familiar

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