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Juárez

Lidera un equipo de superhéroes

Con la ayuda de una impresora 3D Óscar Juárez transforma la vida de sus pequeños pacientes, quienes carecen de alguna extremidad superior

Alejandra Gómez
El Diario de Juárez

viernes, 15 abril 2022 | 12:20

Omar Morales / El Diario de Juárez | El especialista comenzó a trabajar hace dos años en la manera de imprimir manos y antebrazos Omar Morales / El Diario de Juárez | El médico con algunas de las prótesis que elabora

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Ciudad Juárez.— Cada vez que regresa a casa, lejos del hospital de donde trabaja, Óscar Juárez transforma su oficio de doctor: con la ayuda de una impresora 3D le devuelve a sus pequeños pacientes alguna de las extremidades superiores que perdieron a causa de una enfermedad o accidente. No sólo eso, cada una de las prótesis de manos o antebrazos va acompañada de un superpoder. 

Hace dos años, el ortopedista y traumatólogo Óscar Juárez inició la búsqueda para fabricar extremidades artificiales que le devolvieran a sus pacientes la oportunidad de realizar funciones básicas como andar en bicicleta y tomar un vaso de agua, pero para motivar su uso entre los niños decidió imprimir las prótesis a semejanza de algún superhéroe. 

“Me han llegado algunos pacientes que esperan que les resuelva con un tratamiento, pero tienen falta de alguna extremidad, principalmente de manos o de brazos, entonces generalmente no los puedo tratar y lo debe hacer un especialista en ortesis, que es de fabricación de prótesis… entonces, me di a la tarea de buscar algún tipo de solución que les pueda ayudar”, contó el doctor. 

Fue así como surgió la idea de producir prótesis impresas en 3D para niños porque, a diferencia de una extremidad artificial dirigida a un adulto, le permitirá realizar actividades básicas sin recurrir al uso de la fuerza y, además, hará posible coordinar ambos brazos, sostener por primera vez objetos pequeños e incluso botar una pelota. 

La primera vez que dio una prótesis a un niño fue hace seis meses. Se trató de Jesús, de 5 años, quien nació sin un antebrazo. El primer reto del doctor fue convencer a sus padres de la idea de que con la ayuda de una impresora podría regresarle la oportunidad de tener ambas extremidades; después, fue enseñarle a relacionarse y adaptarse con su nueva prótesis de Iron Man.  

Desde entonces, ha apoyado a cuatro niños con alguna extremidad artificial impresa en 3D, desde la mano hasta el antebrazo, la cual pueden manipular y mover con ayuda de su codo o muñeca, luego de que el doctor Juárez se aseguró de que el diseño fuera el adecuado a su anatomía y, sobre todo, que representara al superhéroe favorito. 

“Las imprimí con base en los colores que le gustan a los niños, de superhéroes, o que les llamen la atención para que tengan la curiosidad de utilizarlos y aparte se sientan como que tienen algún superpoder”, dijo el doctor, quien explicó que la mayor parte de sus pacientes son niños que por alguna situación congénita nacieron sin una extremidad superior, aunque también atiende a quienes fueron afectados por alguna enfermedad o evento traumático. 

El proceso

Las extremidades artificiales que Óscar Juárez produce en el interior de su casa están hechas con filamento de ácido poliláctico, un material biodegradable, resistente y de bajo costo, por lo que el doctor no sólo le devuelve a sus pequeños pacientes la oportunidad de reconstruir su cuerpo, también les dona su trabajo: los niños que requieran una prótesis 3D de una mano o antebrazo pueden recurrir a él de forma gratuita. 

El proceso para crear una pieza artificial comienza con la medición de la anatomía del niño a intervenir, luego se selecciona el diseño que más se ajuste a su necesidad y se imprime por secciones sobre una cama de metal por más de 15 horas; después, se separan las piezas, se limpian, se lijan y, finalmente, se arman hasta dar forma a lo que se buscó desde un inicio: una prótesis. 

Antes de iniciar la fabricación de las prótesis, Óscar incursionó en la impresión 3D para ayudar a sus pacientes con fracturas, con deformidades en huesos, con alguna lesión compleja en el cuerpo, donde comenzó a emplear la impresión para tener una mayor precepción de cómo está la lesión y, por lo tanto, de cómo intervenirla por medio de una cirugía. Para ello, transforma las imágenes de las resonancias de cada paciente por medio de un sistema de software y envía a imprimir los huesos para conocer exactamente el estado de las fracturas. “Es una tecnología que apenas está en auge en la medicina y que comienza a adaptarse en algunos países para tratamiento de padecimientos en ortopedia”, contó el doctor. 

Se trata, como explicó el doctor, de operar al paciente antes de entrar al quirófano: la impresión 3D le permite saber con anticipación la forma en que será acomodado cada fragmento del hueso fracturado en su posición, los tornillos, las articulaciones e incluso las posibles complicaciones a enfrentar, con el objetivo de que al concluir la cirugía tengan el mejor resultado posible. 

Además, otra forma en que ha aplicado el uso de la impresora 3D es en la realización de guías para colocar tornillos o realizar cortes que requieren precisión, como una cirugía en la columna vertebral, para brindar al doctor seguridad sobre la exactitud con la que se lleva a cabo una intervención, siempre con la intención de que el paciente obtenga un resultado óptimo. 

Óscar Juárez egresó hace cuatro años de la carrera en médico cirujano de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, pero fue su curiosidad la que lo llevó a investigar cómo sumar la impresión 3D a su ejercicio diario y, sobre todo, su necesidad de brindarle a sus pacientes una mejor alternativa.

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