Hay en Juárez 12 mil migrantes

El arribo constante de personas a bordo del tren de carga durante las últimas semanas duplicó la cantidad de migrantes en Ciudad Juárez, con un estimado de hasta 12 mil personas en espera de una cita a través de la aplicación móvil CBP One para poder ingresar a Estados Unidos, estimó el coordinador del Consejo Estatal de Población (Coespo), Enrique Valenzuela Peralta. 

Mientras que la segunda semana de mayo autoridades y agrupaciones religiosas calculaban que había en la ciudad entre 4 mil y 6 mil personas en situación de movilidad, el funcionario estatal estimó que actualmente podrían encontrarse en la ciudad entre 10 mil y 12 mil migrantes provenientes de diversas nacionalidades, pero la mayoría de origen venezolano. 

El 16 de mayo, días después del fin del Título 42 y la extensión del Título 8 a todas las nacionalidades, la cifra de personas alojadas en los albergues de Ciudad Juárez era de mil 600 a mil 700, mientras que a finales de junio la cantidad aumentó a 2 mil y ayer sumaban alrededor de 2 mil 300, con un porcentaje de ocupación entre el 90 y el 110 por ciento. 

“Sigue llegando gente, estamos pendientes de reunirnos con los actores humanitarios, por nuestra parte, como Coespo y el Programa de Atención a Migrantes, y evaluando en su caso la necesidad de reunir a todo el Consejo Estatal (de Protección y Atención a Migrantes). Por ahorita sí estamos evaluando los indicadores de movilidad que tenemos registrados, que es la ocupación en albergues, que ahorita anda rondando el 90 por ciento”, informó Valenzuela Peralta. 

“Seguramente muy pronto tomaremos algunas determinaciones conjuntas con los demás actores gubernamentales, así como con las agencias de Naciones Unidas y demás aliados estratégicos”, indicó. 

De acuerdo con el pastor Miguel Ángel González, coordinador de la Red Somos Uno por Juárez, integrada por 13 albergues dirigidos por agrupaciones religiosas, hasta el lunes se encontraban entre el 95 y el 110 por ciento de su capacidad, con aproximadamente mil 200 personas albergadas. 

La madrugada de ayer, más de cien personas arribaron a bordo del tren de carga, por lo que durmieron en las calles de la ciudad en espera de que abrieran oficinas como Coespo y el comedor para migrantes en la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe, para acudir en busca de alimento, asesoría para la aplicación CBP One y refugio. 

“Si no hay refugio nos tocará acomodarnos por la ciudad, sin molestar a nadie, mientras encontramos un trabajo”, dijo ayer un migrante venezolano, quien pasó su primera noche en la frontera en una gasolinera. 

La Casa del Migrante cuenta también con un espacio en su exterior, en donde los migrantes reciben comida, agua y ropa; mientras que grupos llegan diariamente hasta el Centro Integrador para el Migrante Leona Vicario en busca de refugio, pero a veces tienen que quedarse por días en su exterior.

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