‘El mundo necesita soñadores que busquen una vida mejor’

Ciudad Juárez— En marco de la 108 Jornada Mundial del Migrante, el Refugio y las Víctimas de Trata de Personas, el sacerdote Francisco Javier Calvillo Salazar celebró ayer la misa del mediodía en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, en la que pidió por los gobernantes, la comunidad y quienes hacen daño a los migrantes. 

Ante más de 70 migrantes mexicanos y extranjeros, algunos de los cuales permanecieron en el altar con banderas de distintos países, el sacerdote destacó que el mundo necesita soñadores que vayan en busca de una vida mejor.

“Todos traemos esa semilla de migrantes, por diferentes circunstancias. Dios nos ha hecho y nos ha hecho libres, Dios nos dio toda la Tierra para que pudiéramos movernos libres… Y los migrantes no están solos, la Iglesia siempre estará con ellas”, dijo el director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez.

Con la encomienda del papa Francisco de “construir el futuro con los migrantes y los refugiado”, el director del albergue que actualmente aloja a cerca de 350 personas, preguntó a los asistentes quiénes no son de Juárez y recordó que esta frontera está creada en su mayoría de personas migrantes.

“La migración es una realidad que cada vez va creciendo más, por eso hoy nos unimos a toda la Iglesia de todo el mundo para pedirle a Dios que quite todos esos muros, todos esos prejuicios, todos esos caminos difíciles para nuestros hermanos y a nuestras hermanas migrantes”, comentó. 

También pidió por la Iglesia, los gobiernos, los habitantes de la ciudad, por los bienhechores y por quienes se dedican a secuestrar, torturar o a convertir en víctimas de trata a los migrantes. 

“Pidámosle por aquellos que se dedican a secuestrar, que se dedican a cobrar, a estafar a los migrantes. También por aquellos países de destino, a donde todos quisieran llegar ahí, esos países que cierran sus fronteras a través de muchos programas a veces inhumanos, incluso que ponen en riesgo la vida o la condición de nuestros hermanos migrantes; pidámosle perdón a Dios cuando a veces como frontera de Ciudad Juárez también hacemos daño, afectamos con muchas actitudes a nuestros hermanos y hermanas migrantes”, exhortó. 

Calvillo Salazar recordó que el hombre tiene derecho a moverse, a buscar una mejor vida y a realizar sus sueños, como lo han hecho las más de 2 mil personas que se encuentran actualmente en cerca de 30 espacios humanitarios que existen en Ciudad Juárez, algunos de los cuales se encuentran saturados. 

“La Iglesia tiene 108 años trabajando con los migrantes en todo el mundo, la Iglesia tiene que ser puente, acoger, proteger, promover, integrar y ayudar a los migrantes. La mayoría un día tuvimos que migrar, un día tuvimos que desplazarnos y hoy estamos aquí con una mejor vida (…) no somos de Juárez, pero nos sentimos de Juárez”, destacó el juarense hijo de una mujer de Torreón, Coahuila, y un hombre de León, Guanajuato. 

En el día en el que la Iglesia católica en todo el mundo celebra la migración, el sacerdote dijo que se podrán construir muros pero Dios es quien tiene la llave universal.