‘Cazó’ pistolero a estudiantes durante casi 2 horas

Una jueza de control vinculó a proceso a Diego Uriel R.L., de 20 años, acusado de los delitos de homicidio calificado y lesiones, en calidad de coautoría, en perjuicio de Carlos Eduardo Ortega Meléndez, de 20 años, y Paulina E. P. de 19, ambos estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).

Los hechos ocurrieron la noche del pasado 18 de marzo en el estacionamiento de la plaza Bistro, ubicada en Campos Elíseos, cuando la pareja fue sorprendida por el pistolero que permaneció casi dos horas “cazándola”, según las imágenes que mostró el Ministerio Público durante el desarrollo de la audiencia de vinculación, celebrada ayer en la Sala 11.  

Dentro de la misma causa penal 2315/2023, el fiscal identificó ante la juzgadora a Jesús Alexis Franco Tornero, como el autor material de crimen y a un hombre identificado sólo como Óscar, como el autor intelectual; ambas personas son supuestos integrantes del grupo delictivo La Empresa, sin que ninguno de ellos esté detenido hasta el momento. 

Esta organización, indican las investigaciones, vende droga en bares como Silver Fox, las sucursales de la Cervecería 19, en Plaza Bistro y otros negocios; los involucrados son personas entre los 20 y 25 años.  

El defensor legal del acusado, José Miramontes Caro, dijo que se inconformará contra la resolución de la juzgadora, al aseverar las múltiples fallas en la integración de la carpeta de investigación sólo por presentar resultados ante la sociedad en un caso de alto impacto.

“Estábamos mejor cuando estábamos peor”, sostuvo el litigante en la audiencia, al aseverar que la investigación se sostiene de declaraciones obtenidas mediante actos de tortura y sin evidencias científicas. La jueza dio vista al Ministerio Público para que abriera una carpeta de investigación por los hechos señalados por el acusado y activara el protocolo de Estambul.

Diego Uriel hizo uso de su derecho a declarar. Dijo que fue detenido el martes 13 de abril por agentes ministeriales cuando iba a pagar el gas a la sucursal de la avenida De las Torres.

El conducía un auto Ford Fusion modelo 2012, color negro, que tenía como características un vidrio estrellado, choques y la falta de micas en uno de los focos traseros; la unidad, refirió, la compró el pasado 2 de abril a través de la red social Facebook por 35 mil pesos, de los cuales sólo pagó 30 mil.

El hombre que le vendió el vehículo lo contactó vía celular y le entregó documentos del auto, mismos que se quedaron dentro de la unidad. 

“Yo estaba bien contento con mi carrito, es el primero que me compro”, narró el hombre de oficio carpintero, que conduce una camioneta propiedad de la carpintería de la que es socio con dos amigos. 

Los agentes supuestamente encontraron cocaína dentro del auto y lo consignaron ante el Tribunal Especializado de Narcomenudeo. Desde ese momento el Centro de Operaciones Estratégicas (COE) se quedó con el vehículo. 

Tras la audiencia inicial, Diego Uriel explicó que fue liberado al imponerse la medida cautelar de firma y asistir a rehabilitación, aunque aseguró que no consume drogas. 

Mencionó que sólo dos días estuvo libre, ya que los elementos de la Fiscalía, así como militares, acudieron a la vivienda donde radica con su pareja y sus suegros para cumplimentar una orden de cateo, que giró la misma jueza Brisa Yadira Meraz. 

Supuestamente los agentes aseguraron drogas en la casa y arrestaron nuevamente a Diego Uriel. Este sostuvo que fue severamente golpeado y luego fue trasladado a Fiscalía; con la autorización del abogado de oficio dijo que fue sacado de las celdas para ubicar varias viviendas, las cuales afirmó no conocer.

Cuando lo llevaron ante el Ministerio Público observó que se encontraba un hombre, identificado como Sergio, al que le decía que dijera que Diego Uriel era su jefe. Luego coincidieron en la celda y fue así como lo conoció. 

Diego Uriel aseguró que fue objeto de golpes y amenazas, además de que fue forzado a decir lo que la representación social quería para autoincriminarse.

Al término de las 48 horas fue liberado pero, narró, al salir de la Fiscalía era esperado por agentes municipales que lo detuvieron por presuntamente hacer tocamientos a una mujer policía y un juez cívico le impuso una sanción administrativa por 36 horas. Fue al salir de la cárcel preventiva en el Distrito Centro cuando los agentes ministeriales le ejecutaron la orden de aprehensión por homicidio. 

La evidencia

La representación social presentó como elementos de prueba una serie fotográfica elaborada por el perito en informática forense. 

Las imágenes fueron obtenidas de 29 cámaras con que cuenta la plaza Bistro y en ellas se observan los hechos ocurridos en el segundo piso de estacionamiento. A las 21:21:34 horas se observa la llegada del Mustang blanco 2022 que conducía la víctima, junto a su acompañante, se estacionan y la pareja se queda dentro de la unidad. 

En la imagen se muestra que a las 21:27 horas llega un vehículo 2, marca Nissan Máxima con matrículas 962SEC9 y luego de varios minutos desciende de la unidad el piloto y baja a los bares. La persona presuntamente está llamando por teléfono celular y saluda a los guardias de seguridad de uno de los negocios, donde permanece parado.

A las 22:51 horas sube al estacionamiento y aborda el vehículo, sale al exterior de la plaza y regresa a las 22:48 horas. A las 22:55 horas llega un tercer vehículo color claro y pasa por donde están las víctimas y a las 22:56 baja del estacionamiento. Un cuarto vehículo aparece en escena a las 22:57 horas, es un auto sedan oscuro; el vehículo 3 vuelve a subir.

Los vehículos 2 y 3 y el de la víctima están estacionados. Mientras que el agresor baja de la unidad, se dirige a las escaleras para bajar a los bares mientras sigue en la llamada del celular. Luego de unos minutos el agresor se acerca al vehículo 4, que ya bajó, e interactúa con el conductor y luego la unidad se retira. 

El agresor camina y sube las escaleras, se acerca al vehículo 3, se retira y se va caminando al vehículo donde se encuentran las víctimas y dispara del lado de piloto. Las unidades se retiran del lugar y sólo queda en el estacionamiento el auto Maxima, que fue recogido al día siguiente por el agresor, en supuesta compañía del detenido. 

Declaran testigos

Uno de los testigos que declaró fue Sergio Ramírez, detenido a bordo de un Nissan Máxima modelo 2002, en supuesta posesión de envoltorios de cocaína, los cuales, aseguró, eran de su propiedad para su consumo personal. 

“Ese carro me lo llevaron a mi casa para que le arreglara la transmisión de fiesta”, declaró el mecánico. Dijo que el día de su detención estuvo en la Cervecería 19, ubicada en Paseo de la Victoria, donde se ligó a una mujer y posteriormente fue detenido. El Ministerio Público pidió al testigo que leyera sus declaraciones y en ellas se autoincrimina como vendedor de droga y ubica estar bajo las órdenes de Diego Uriel, supuesto capo de “La Empresa”, el cual los tablea o manda matar si no acatan sus instrucciones. También declararon sus suegros, los cuales confirmaron que Uriel compró el carro el 2 de abril y que durante el cateo los agentes ministeriales se robaron más de 16 mil pesos y hasta sin mandado los dejaron. 

La jueza consideró que, ese momento procesal, había indicios para vincular a proceso al acusado, quien permanecerá en el Cereso 3 y concedió un plazo de tres meses al MP para el cierre de investigación.