‘Bendito México, gracias México’

Ciudad Juárez— En medio de la pandemia, Palmira decidió quedarse a vivir en Ciudad Juárez, donde el próximo mes cumplirá un año en espera del asilo político en Estados Unidos, y donde asegura que en una semana gana cinco veces más de lo que ganaba en Cuba en un mes.

“Bendito México y gracias México”, destacó Palmira, quien pertenece al grupo de miles de migrantes cubanos que viven en esta frontera, y que debido a las políticas migratorias de México y Estados Unidos ya se consideran mexicanos.

“Tomo todas las medidas (de higiene), me lavo las manos, uso cubrebocas y estamos atrancados”, narró ayer la mujer de 37 años de edad mientras caminaba del trabajo a su casa por la avenida Juárez, y quien dejó a su madre y a sus dos hijas de 11 y 13 años en la isla.

Ella salió de Pinal del Río, Cuba, el 22 de abril del año pasado, “de ahí nos sacaron en una lanchita, fuimos a dar a Panamá y de Panamá fuimos escalando fronteras hasta que llegamos a la frontera de México”, recordó quien después de llegar hasta Cancún voló a Juárez, donde vive desde el 2 de julio del año pasado. 

“En ese entonces era más fácil porque no había pandemia”, dijo quien después de esperar en la lista del Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes (Coespo) con un número mayor al 18 mil, fue llamada hasta el 31 de diciembre para cruzar la frontera de Estados Unidos.

Palmira fue retornada a Ciudad Juárez por el Gobierno de Donald Trump bajo el programa “Quédate en México” de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), con una cita para su primera audiencia de solicitud de asilo político en mayo pasado, la cual fue pospuesta para diciembre próximo debido al cierre de la frontera durante la pandemia por coronavirus (Covid-19).

“Mis hermanos están en Miami, pero dicen que está muy difícil allá ahorita el trabajo”, comentó la cubana, quien ya busca la manera de regularizarse como mexicana, aunque debido a su proceso en el vecino país actualmente tiene documentos migratorios para permanecer en México al menos hasta diciembre.

“Yo mejor voy a buscar una casa aquí en Juárez y hacer vida aquí, claro arreglando mis papeles mexicanos… nos dijeron que teníamos que ir para Tijuana, pero estamos en espera de estar aquí a ver si nos dan la nacionalidad mexicana”, dijo para quien lo más difícil ha sido estar lejos de sus niñas y de su mamá. 

Su trabajo en Juárez da mejor vida a sus hijas en la isla

Aunque está lejos de su familia, Palmira sabe que su trabajo en Ciudad Juárez le permite darles una mejor calidad de vida a sus hijas, con quienes habla casi todos los días por teléfono y quienes la animan para que siga ahora en busca del “sueño mexicano”.

“Ahora ellas están mejor, porque yo de acá puedo mandarles a ellas un poquito más por semana, le mando a mi cura –mamá– más de lo que ganaba al mes, ya que ella ganaba al mes 20 dólares vendiendo fruta y yo ahora le envió a veces 40 o a veces 60 dólares a la semana y ahora cuida a mis nenas”, relató.

Palmira trabajaba en Cuba en una carnicería, el mismo rubro en el que trabaja en esta frontera, pero mientras que allá ganaba 13 dólares al mes, aquí gana mil 800 pesos por semana, con lo que paga una renta mensual de 3 mil 200 pesos por vivir en un cuarto con un baño y ahorra para enviarle a sus hijas y a su mamá.

“Bendito México y gracias México… aquí la gente al principio nos hacía cara como de ‘un cubano más’, ahora ya están más familiarizados con nosotros y ya no sufrimos tanto eso, pero al principio sí fue difícil”, confesó quien se ha tenido que acostumbrar a la comida mexicana y al picante.

“La soledad es fea… nosotros decimos ‘los hermanos’ –a los otros migrantes cubanos que viven en la ciudad–, pero pues bien o mal pues no son nuestros hermanos. Pero son con quien nos acogemos… ha sido muy difícil no tener a mis nenas, pero ha valido la pena y espero que pronto podamos tener a toda nuestra familia por acá. Uno sale de Cuba por la necesidad, no por gusto”, confesó.

Aunque no existe una cifra oficial, autoridades estima que en Ciudad Juárez viven más de 6 mil migrantes de origen cubano, algunos todavía en su proceso de asilo político en Estados Unidos y otros con la esperanza de ser acogidos legalmente por México. (Hérika Martínez Prado / El Diario)