Internacional

Una nueva crisis del Covid-19: el abuso doméstico aumenta en todo el mundo

Existe una razón para creer que las restricciones para impedir que se propague el virus podrían tener ese efecto

The New York Times

lunes, 06 abril 2020 | 06:00

The New York Times

Estados Unidos— Hay que agregar otro problema a la crisis de salud pública por el nuevo coronavirus: una información creciente sugiere que el abuso doméstico está actuando como una infección oportunista, que está floreciendo en las condiciones creadas por la pandemia.

Existe una razón para creer que las restricciones impuestas para impedir que se propague el virus podrían tener ese efecto, comentó Marianne Hester, socióloga de la Universidad Bristol, quien estudia las relaciones abusivas.

La violencia doméstica va a la alza siempre que las familias pasan más tiempo juntas, por ejemplo, durante las vacaciones de Navidad y verano, dijo.

Ahora que las familias están encerradas en todo el mundo, las líneas telefónicas de ayuda están registrando un incremento en los reportes de abuso, dejando a los gobiernos tratando de solucionar una crisis que deberían de haber visto venir.

Este domingo, las Naciones Unidas hizo un llamado para que se tome una acción urgente para combatir la oleada de violencia doméstica a nivel mundial. “Conmino a todos los gobiernos a que pongan en primer lugar la seguridad de las mujeres mientras responden a la pandemia”, escribió en Twitter el secretario general Antonio Guterres.

Sin embargo, los gobiernos mayormente no han podido prepararse para la manera en que las nuevas medidas de salud pública podrían generar la oportunidad para que los abusadores aterroricen a sus víctimas.

Actualmente, muchos de ellos están tratando de ofrecer sus servicios a las que están en riesgo.

Sin embargo, debido a la respuesta al virus, los retrasos pueden significar un daño irreparable que ya está ocurriendo.

Cuando las ciudades y poblados de todo China fueron cerrados, una mujer de 26 años de nombre Lele se vio involucrada en más y más discusiones con su esposo, con quien tuvo que pasar todo el día en su casa situada en la Provincia Anhui, en el este de China.

El 1 de marzo, mientras Lele sostenía a su hija de 11 meses, su esposo empezó a golpearla con una silla. No sabe cuántas veces le pegó. Eventualmente, una de sus piernas perdió la sensibilidad y cayó al suelo, sujetando a la bebe en sus brazos.

Una foto que tomó después del incidente muestra que la silla se encontraba en el suelo hecha pedazos, dos de sus patas de metal estaban separadas del resto --- mostrando la evidencia de la fuerza con la que su esposo la golpeó.

Otra imagen documenta las lesiones de Lele: casi cada pulgada de la parte baja de sus piernas estaba cubierta de moretones, tenía un enorme hematoma en la pantorrilla izquierda.

Lele --- cuyo apellido no se proporciona por cuestiones de seguridad --- comentó que su esposo había abusado de ella durante los seis años de su relación, pero que el Covid-19 empeoró las cosas.

A medida que las cuarentenas han entrado en vigor en todo el mundo, ese tipo de “terrorismo íntimo” --- un término que muchos expertos prefieren para referirse a la violencia doméstica --- está floreciendo.

En España, el número de emergencia para reportar la violencia doméstica recibió un 18 por ciento más de llamadas en las dos primeras semanas del encierro que en el mismo período un mes antes.

El jueves, la policía francesa reportó un aumento en todo el país de un 30 por ciento de violencia doméstica. Christophe Castaner, ministro francés del Interior, comentó que les pidió a los oficiales estar atentos a ese tipo de abuso.

Judith Lewis Herman, una renombrada experta en traumas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, detectó que los métodos coercitivos que usan los abusadores domésticos para controlar a sus parejas e hijos “muestran una semejanza asombrosa” a la que usan los secuestradores para controlar a los rehenes y a la de los regímenes represivos para acabar con la voluntad de los prisioneros políticos. 

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