Soldados ucranianos, casi rodeados, hacen retroceder a los rusos

Chasiv Yar, Ucrania.- Alineados en la oscuridad en vehículos civiles, con las luces apagadas, una compañía de soldados esperaba en silencio al costado de una carretera. Más atrás, una segunda compañía estaba estacionada, una luz ocasional dentro de un automóvil revelaba el rostro de un soldado. Aún más atrás, una tercera compañía se estaba instalando.

Después de meses de lucha épica, la lucha por la ciudad ucraniana de Bakhmut parecía estar llegando a su clímax en los últimos días, con las fuerzas rusas cerca de rodear la ciudad y algunas unidades ucranianas retirándose.

Luego, el sábado temprano, las brigadas de asalto ucranianas se lanzaron al ataque. Durante el fin de semana, cientos de tropas se unieron a la contraofensiva, montando asaltos desde el suelo y golpeando las posiciones rusas con artillería desde las colinas circundantes.

Los comandantes ucranianos reconocieron que sus fuerzas en Bajmut aún enfrentaban el riesgo de ser rodeados, pero los combates del fin de semana demostraron que un ejército que ha sorprendido al mundo con su obstinación aún no estaba listo para rendirse en Bajmut. No estaba tan claro cómo podría encajar la posesión de la ciudad en sus planes más amplios.

Incluso antes de que Ucrania intensificara su ataque contra los rusos en Bakhmut el fin de semana, sus fuerzas se habían movido para hacer retroceder a las tropas rusas desde la última carretera principal hacia la ciudad. Eso preservó tanto una línea de suministro que ha ayudado a los soldados ucranianos a detener la ofensiva rusa durante meses como una ruta de salida para ellos en caso de que decidieran retirarse.

“Estoy seguro de que Bakhmut aguantará”, dijo el coronel Yevhen Mezhevikin, comandante de un grupo táctico combinado que lucha en Bakhmut. "Tenemos suficientes fuerzas para expulsar al enemigo de esta ciudad, pero depende de las tareas que tenga el comando, ya sea mantener la ciudad o infligir las máximas pérdidas al enemigo".

Bakhmut en sí, una ciudad con una población de antes de la guerra de 70 mil habitantes, tiene poco valor estratégico. Era simplemente el siguiente en la línea de fuego de una ofensiva rusa para apoderarse de la provincia oriental de Donetsk. Pero la batalla por la ciudad ha creado un momento decisivo de la guerra tanto para el ejército ruso como para el ucraniano. La lucha ya no se trata de Bakhmut: es una competencia de maratón para ver qué ejército puede derrotar al otro.

Rusia ha lanzado decenas de miles de tropas recién movilizadas en un enorme asalto terrestre para tomar la ciudad por pura fuerza de fuego y mano de obra. Ucrania ha utilizado todas las tácticas aprendidas con esfuerzo durante un año de guerra para mantenerse firme e infligir el máximo número de bajas al invasor, a menudo luchando de casa en casa en vecindarios destrozados y árboles atrofiados.

Las tropas ucranianas han perdido terreno constantemente, cediendo pueblos y suburbios en las últimas semanas. Y el final del invierno ha sido particularmente duro. Semanas de temperaturas bajo cero y ahora el inicio de la temporada de lodo han agotado sus fuerzas, dijeron los soldados.