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Internacional

Shinzo Abe, el provocador líder japonés de la posguerra

Fue el hombre que más tiempo ocupó el cargo de primer ministro

Agencia Reforma

viernes, 08 julio 2022 | 12:56

Associated Press

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Tokio.- Asesinado esta mañana en la prefectura de Nara, Shinzo Abe no sólo fue el hombre que más tiempo ocupó el cargo de primer ministro, sino que fue uno de los líderes más influyentes de la posguerra en Japón.

El líder nacionalista y promotor del Ejército fue aplaudido por conservadores y repudiado por liberales, y su objetivo de engrandecer a su nación distanciándose del resto y dejando a un lado los horrores cometidos durante la Segunda Guerra Mundial causó encono en la región.

Abe fue siempre un político de sangre azul preparado para el poder. Su abuelo fue el también primer ministro Nobusuke Kishi (1957-1960), y su padre fue ministro de Relaciones Exteriores.

El fallecido líder llegó al Parlamento en 1993, y en 2006 fue por primera vez elegido primer ministro, pero renunció después de un año en el cargo plagado de escándalos.

Se convirtió nuevamente en el jefe de Gobierno en 2012, prometiendo arreglar la economía asediada de la nación y lograr su sueño nacionalista de enmendar la Constitución pacifista de Japón para permitir un Ejército completo.

Abe es quizá también el político más polarizador y complejo en la historia reciente de Japón. Hizo enojar tanto a liberales en casa como a víctimas de la Segunda Guerra Mundial en Asia con su impulso agresivo para renovar al Ejército y su visión revisionista de que Japón recibió un veredicto injusto de la historia por su pasado brutal.

Al mismo tiempo, revitalizó la economía de Japón y guió los esfuerzos de la nación para tomar un rol más fuerte en Asia, y sirvió como un raro faro de estabilidad política antes de dejar el cargo hace dos años por razones de salud.

"Es la figura política más destacada de Japón en las últimas dos décadas", dijo Dave Leheny, un cienciólogo político en la Universidad de Waseda.

"Quería Japón fuera respetado en el escenario global en la manera que él creía que se lo merecía... También quería que Japón ya no tuviera que seguir disculpándose por la Segunda Guerra Mundial".

Abe creía que el historial de éxito económico, paz y cooperación global de Japón en la posguerra era algo "a lo que otros países deberían prestar más atención y de lo que los japoneses deberían estar orgullosos", agregó Leheny.

Abe era favorito de los conservadores pero menospreciado por los liberales en Japón. Y ninguna política fue más divisiva que su preciado sueño, en última instancia, de revisar la constitución de renuncia a la guerra de Japón. Su ultranacionalismo también provocó el enojo de las Coreas y de China, ambas víctimas de Japón en los tiempos de guerra.

Ese impulso por la revisión constitucional surgió de su historia personal. El abuelo de Abe, el expremier Kishi, despreciaba la constitución redactada por Estados Unidos, adoptada durante la ocupación estadounidense en la posguerra. Para Abe, también, el capítulo 1947 fue un símbolo de lo que él veía como el injusto legado de la derrota de Japón en la guerra y una imposición de orden mundial de los vencedores y los valores occidentales.

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