Investiga Canadá amenazas de muerte de Irán

Ottawa— La agencia de espionaje de Canadá está investigando amenazas de muerte creíbles contra personas en Canadá por parte de Irán, días después de que Reino Unido lanzara acusaciones similares contra el régimen islámico.

El Servicio de Inteligencia canadiense (CSIS, por sus siglas en inglés) "está investigando activamente varias amenazas de muerte procedentes de la República Islámica de Irán basadas en información creíble", declaró el viernes a la AFP Eric Balsam, portavoz del CSIS.

"Finalmente, estas actividades hostiles e injerencias extranjeras socavan la seguridad de Canadá y de los canadienses, así como nuestros valores democráticos y nuestra soberanía", añadió.

No se dieron detalles de la investigación, pero Balsam dijo que la agencia está trabajando con socios internacionales.

Desde mediados de septiembre, Irán vive una ola de manifestaciones que exigen la salida del Gobierno actual, protestas que surgieron a raíz de la muerte de la joven Amini Mahsa tras estar bajo custodia por la policía de la moral por violar el estricto código de vestimenta de la república islámica.

Más de 200 personas han muerto en el marco de las movilizaciones, según grupos de derechos humanos, que acusan una cruenta represión por parte de las fuerzas de seguridad.

El portavoz del CSIS indicó que la agencia también es consciente de que Teherán está monitoreando e intimidando a personas en Canadá, incluidos los miembros de la diáspora iraní, con el fin de "silenciar a los que hablan públicamente en contra" del régimen.

La semana pasada, el Gobierno británico acusó a Teherán de amenazar la vida de periodistas radicados en el Reino Unido.

"Hoy he convocado al encargado de negocios iraní después de que unos periodistas que trabajan en Reino Unido hayan sido objeto de amenazas de muerte inmediatas por parte de Irán", tuiteó entonces el Ministro de Asuntos Exteriores británico, James Cleverly.

En agosto pasado, el escritor Salman Rushdie, crítico del régimen iraní, fue apuñalado en el cuello durante una conferencia en Nueva York. El Gobierno había emitido años atrás una fatwa que pedía su muerte.