Empresarios en Ucrania hacen de la guerra su negocio

Kiev.- Yuriy Zakharchuk una vez soñó con trajes de combate para escenarios de películas, diseñando todo, desde armaduras medievales hasta trajes de batalla espacial.

Pero después del 24 de febrero, el día en que Rusia invadió Ucrania, Zakharchuk decidió llevar su negocio del reino de la ficción al mundo real de la guerra en su ciudad natal, Kiev.

La transición de su empresa a la fabricación de chalecos antibalas y cascos tiene cierto sentido, señaló con una sonrisa irónica. “Siempre hemos brindado protección para cada necesidad”, dijo, “desde los días del Imperio Romano hasta las fantasías del futuro”.

Más seriamente, agregó, su negocio, Steel Mastery, tiene experiencia en el desarrollo de equipos que son livianos y adecuados para largas horas de uso. “Sabemos cómo hacer que las cosas sean cómodas”, dijo.

Zakharchuk, cuya compañía de 70 trabajadores alguna vez proporcionó disfraces para miles de clientes en Europa y Estados Unidos, no está solo en el cambio a la militarización. En toda Ucrania, muchas empresas se están adaptando a la vida en guerra haciéndola parte de su negocio.

En la ciudad sureña de Odesa, una marca de moda local tenía todas sus divisiones, incluso sus costureras de lencería, cosiendo chalecos de tela para adaptar las placas de protección corporal.

En Lviv, algunas de las empresas que acudieron en masa a esta región occidental más segura de Ucrania están trabajando para instalar blindaje en los vehículos existentes, uniformes militares y, más en secreto, municiones.

“Tenemos muchas empresas recalificándose para ayudar al ejército”, dijo Volodymyr Korud, el vicepresidente de la cámara de comercio de Lviv. “Algunos incluso están involucrados en armamento, pero eso es algo que no podemos discutir”, dijo, por temor a que puedan convertirse en objetivos militares.

Muchas empresas están trabajando con fines benéficos para apoyar a las fuerzas armadas de Ucrania. Pero cada vez más, las empresas buscan establecer modelos con fines de lucro que puedan sostenerse durante el conflicto, y tal vez incluso una vez que termine, con miras a la exportación.