Disminuye drásticamente pobreza extrema en el mundo

Nueva York.- Cuando Alan Piazza visitó pueblos aislados en el centro norte de China en la década de 1990 como economista del Banco Mundial, encontró un lugar de "pobreza casi imposible".

La gente de la región de Ningxia vivía en casas que eran cuevas excavadas en la arena del desierto. No tenían electricidad, ni agua potable, y la tierra había sido gravemente erosionada por el pastoreo de cabras y ovejas, convirtiendo el ya árido terreno en un "paisaje lunar". El suelo era pobre y los líderes de la aldea llevaron a Piazza a visitar a las familias cuyos contenedores de maíz estarían vacíos meses antes de la próxima cosecha. Para Piazza, mejorar las condiciones allí parecía inimaginable.

Pero cuando regresó al área en 2016, se sintió abrumado por la transformación. Las familias vivían en casas de ladrillo con electricidad y tenían acceso a agua potable. Casi todos los niños asistieron a la escuela primaria. Arbustos y pastos cubrían las laderas, habiendo regresado después de que el gobierno pagara a los granjeros para evitar que sus animales pastaran.

En 1990, alrededor del 36 por ciento de la población mundial, y casi la mitad de la población de los países en desarrollo, vivía con menos de 1.25 dólares al día, la definición de pobreza extrema del Banco Mundial en ese momento (ahora es 1.90 por día). En 2000, los estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a reducir la pobreza extrema en todo el mundo, específicamente a reducir a la mitad la proporción de personas que viven en la pobreza extrema, desde los niveles de 1990, para 2015.

En pocas palabras: se cumplió la meta de la ONU. Para 2015, la proporción de la población mundial que vivía en la pobreza extrema cayó del 36 al 12 por ciento en 1990, una fuerte disminución en solo dos décadas y media. Durante una sola generación, más de mil millones de personas en todo el mundo salieron de la pobreza extrema, superando la meta.